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Las pérdidas supusieron 2.754 millones de euros en 2013

España, segundo país en robo en tiendas en Europa

Thinkstock

Coger un producto, dirigirse a la zona en la que cree que nadie le ve –habitualmente el pasillo de las aguas– y camuflarlo en la ropa. Este es el método más habitual de hurto en comercios. España ocupa la segunda posición entre países europeos y la quinta mundial en robo a minoristas. Por delante, México, China, Estados Unidos y Finlandia.

Ocupar este deshonroso lugar significó unos 2.574 millones de euros de pérdidas, el 1,36% de las ventas, según el Barómetro mundial del hurto en la distribución realizado por la compañía de tecnología antirrobo Checkpoint en 222 empresas de 24 países de Europa, Asía y América. El coste de esta "delincuencia" no repercute solo en los comerciantes. El encarecimiento de los productos para compensar esta práctica supuso 259 euros anuales a cada hogar español.

Son cuatro las categorías que tiene en cuenta el informe: el hurto externo; el interno, el realizado por los empleados; el fraude por parte de los proveedores que envían menos artículos de los acordados; y los errores de contabilidad en el inventario de los propios comercios.

Productos más deseados

Entre los productos más codiciados por los cacos se hallan complementos de moda, joyas, herramientas eléctricas, pilas, accesorios para móviles, smartphones, vinos y licores, cárnicos frescos, productos de maquillaje y cremas faciales. Todos ellos tiene algo en común. Son fáciles de ocultar y tienen salida en el mundo de la reventa.

El retrato robot que realizan los minoristas europeos encuestados del ladrón externo es el de un varón de entre 18 y 45 años con unos ingresos bajos y el "deseo de llevar un tren de vida que no se puede permitir".

Por épocas, la Navidad se lleva la palma, con el 63% de los hurtos anuales, debido a la gran afluencia de transeúntes y de clientes buscando regalos, tiendas repletas de existencias y un personal temporal contratado para esta campaña.

Aunque en España los robos externos siguen siendo el principal motivo de pérdidas para los comercios, el 30,9%, no es este el apartado que más sube. Al contrario, vive un descenso espectacular de casi 20 puntos con respecto al 2012. El mayor aumento no se da tampoco en los hurtos de empleados (23,5%) que también baja en casi cuatros puntos. Son los fraudes de proveedores los que más crecen. En 2012 suponían el 5%; un año más tarde era ya el 20,6%. Le sigue en esta tendencia alcista los errores administrativos y otros factores no relacionados con la delincuencia.

La fuerte inversión en seguridad y prevención y un mejor análisis de las pérdidas explican el mayor peso del fraude de proveedores y de los fallos de inventario, según Mariano Tudela, vicepresidente de ventas en Europa, Oriente Medio y África de Checkpoint. "No creo que ningún fabricante envíe menos productos de forma intencionada. Nadie quiere perder clientes", defendió.

El 64% de los comercios españoles prevé, según el estudio, ampliar el etiquetado en origen incluyendo la identificación con radiofrecuencia para acabar con estos fallos.

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