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Cómo superar la adicción al trabajo

Saber desconectar del trabajo para disfrutar del descanso adecuado y cuidar de las relaciones personales e intereses, te hará ser más eficaz o productivo. Y también te sentirás más feliz.

Cena en pareja

Si normalmente te quedas trabajando hasta muy tarde una noche tras otra, puede que sufras de adicción al trabajo.

¿Sueles trabajar cuando estás de vacaciones?, ¿consultas el móvil para ver el correo electrónico durante la cena?, ¿apuras el tiempo con una última llamada de teléfono antes de salir de la oficina?

Si tu forma de llevar el trabajo es adictiva y, por tanto, enfermiza, debes saber que no eres el único; hay mucha gente que se pasa tantas horas trabajando que les resulta hasta complicado saber qué es lo normal.

Trabajar duro es positivo, pero hasta cierto punto. El exceso de trabajo no favorece la productividad, y además es perjudicial para ti. Ayúdate de estos consejos para aprender a manejar la situación y recobrar el equilibrio:

  • Aprende a desconectar. Trata de fijarte unos límites y proponte trabajar hasta una hora predeterminada y a partir de ese momento desconecta de todo lo que sea trabajo. Es necesario que aprendas a dejarlo a un lado.
  • Haz descansos. Habitúate a tomarte tus descansos a lo largo de la jornada laboral, aunque sean pequeños. Salir fuera a comer en lugar de hacerlo en la oficina o dar un paseo por la zona o en algún parque cercano, cualquier cosa que te permita cambiar de ambiente. Incluso 10 minutos pueden servir para que notes una gran diferencia.
  • Cambia de mentalidad. Puedes elegir ser el tipo de persona que considera necesario pasarse un montón de horas trabajando para demostrar su estupenda ética profesional, y que ve a aquellos que disfrutan de las noches, fines de semana y vacaciones desconectados, como vagos o menos comprometidos con sus trabajos. Pero esa manera de pensar es equivocada, así que lo mejor es rectificar en cuanto te des cuenta de que vuelves a caer en lo mismo. Recuerda que así como piensas es como tú eres.
  • Tómatelo en serio. Cada vez que te encuentras absorto y hasta agobiado por el trabajo y actúas como si tu vida dependiera de ello, probablemente estás perjudicando tu salud y también tus relaciones personales. Si para tomártelo en serio necesitas buscar ayuda, no dudes en acudir a un profesional que te proporcionará técnicas para aprender a mantener el equilibrio en tu vida.
  • No te lleves el trabajo a casa. Esta es la prueba más difícil de todas, regresar a casa, desconectar el móvil y olvidarte del correo electrónico. Y dedicarle el tiempo a los amigos y a la familia. Es hora de ser la persona que solo va a estar disponible para trabajar durante unas horas determinadas, a menos que tu trabajo consista en, literalmente, salvar vidas.

 Este artículo es una adaptación del texto original publicado por LollyDaskal en Inc.

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