El consumo real de los vehículos, en entredicho
El anuncio dice que el coche consume 5 litros a los 100 kilómetros. Y sin embargo, su dueño es incapaz de bajar su gasto de combustible por debajo de los 7 litros. ¿La culpa es de su coducción, poco eficiente? Un informe del lobby europeo Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente (Transport & Environment, T&E), que apoya y fomenta el desarrollo de tecnologías limpias para la automoción, asegura que la causa de esta discrepancia “no se debe a como los conductores de hoy conducen sus coches. Más bien, se explica principalmente por la manipulación que los fabricantes de coches hacen de las pruebas, con la mira puesta siempre en obtener cifras oficiales de consumo increíblemente bajas”, comentó a Cinco Días el portavoz de Transport & Environment, Nico Muzi.
Según este estudio, los fabricantes “también equipan al coche con tecnología que arroja cifras de emisiones de carbono mucho más bajas en las pruebas que cuando conduces el mismo coche en carretera”, detalló Muzi, “lo que hace imposible que el gasto de combustible del vehículo en la vida real replique los datos obtenidos en el laboratorio”. La asociación también afirma que la Unión Europea no está “poniendo todos los instrumentos para corregir esta discrepancia”.
Esta diferencia entre el consumo real y el comunicado por las marcas ha ido creciendo en los últimos años, según el informe T&E 2014 Mind the Gap, desde una diferencias en los consumos del 8% en 2001 hasta un 31% más de gasto en la conducción diaria frente a los ensayos. En el caso de los vehículos de empresa, la diferencia puede alcanzar el 43% más de consumo. “Si no se toma ninguna determinación, esta brecha seguirá creciendo hasta representar un 50% de diferencia entre las pruebas teóricas y la realidad en 2020”, asegura T&E.
Este diferencial tiene un coste ecológico y económico. Según el lobby, “sólo la mitad de las mejoras en reducción de emisiones de CO2 llegan realmente al mercado de vehículos”, añadiendo 1.500 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera en 2030 e “incrementando los riesgos del cambio climático”.
Los conductores gastan hasta 400 euros más en combustible al año
Pero no es sólo una cuestión ambiental. Los datos de T&E estiman que cada conductor ha de gastar 500 euros anuales más de lo que invertiría en carburantes si las pruebas fueran veraces. Para 2013, el crecimiento progresivo de esta discrepancia requerirá un gasto extra acumulado para todos los conductores europeos de un billón de euros, según los datos de T&E.
Por supuesto, la Unión Europea se verá obligada, de continuar esta situación a importar 6.000 millones de barriles de petróleo extra, “con el consiguiente impacto negativo en la atmósfera, en la seguridad energética de los países y en la balanza comercial europea”, señalan.
Además del informe propio, la Federación alude al un estudio experto de la Comisión Europea en el que se demuestra que los fabricantes realizan las pruebas con vehículos “preparados para dar mejores resultados” y que realizan “interpretaciones creativas” de los test, de modo que obtienen “muchas pequeñas mejoras que rebajan los consumos en los resultados”, afirma el informe. Según T& E, un coche normal que realizase el test sin preparación ni flexibilidad “obtendría un resultado entre un 19% y un 28% mayor”.
La asociación propone un cambio en el sistema de medición que se adecúe más a las tecnologías actuales. Según T&E, tanto el Parlamento Europeo como la Comisión están estudiando poner en marcha un nuevo sistema a partir de 2017 “que daría menos margen a los fabricantes para maquillar los resultados”. La asociación insta a Bruselas a “tomar ejemplo del comportamiento de la Agencia Estatal para la Protección del Medio Ambiente de EEUU” que sancionó el lunes con 100 millones de dolares a Hyundai y Kia por publicitar cifras de consumo de combustible más bajas de las reales.
Más cerca de la realidad de la conducción
BMW, Toyota, Renault, Fiat y PSAPeugeot Citroën son las marcas cuyos datos en los tests mas se acercan a los consumos en la conducción real, según T&E. El estudio afirma que Fiat y BMW han mejorado su desempeño “en la conducción real” de modo que el 80% de las mejoras de consumo que se reflejan efectivamente en los conductores.
Toyota, Renault y PSA han conseguido llevar el 60% de sus reducciones de consumo a la conducción efectiva.
De hecho, todas estas marcas mencionadas están en condiciones de “conseguir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 marcados por la UE para 2020 (95 gramos por kilómetro) sin aprovechar los mecanismos de flexibilidad que dan los test”.
En el otro extremo de la tabla, estarían General Motors, Daimler y Ford, cuyos conductores sólo consiguen un 40% de las reducciones de consumo teóricas de estas marcas. Volkswagen estaría en el 50%.