A Berlín que son tres días
De visita por la capital de Alemania, 25 años después de la caída del Muro
Bulliciosa, alegre, cosmopolita, vital, moderna y clásica a la vez; alternativa, bohemia o majestuosa son algunos de los adjetivos que encajarían a la hora de definir Berlín, la capital de Alemania. Asolada durante la Segunda Guerra Mundial, quedó dividida en dos por su famoso Muro, durante 28 años, hasta que cayó en 1989.
El próximo 9 de noviembre se cumplirán 25 años desde la caída del llamado Muro de la vergüenza y la ciudad rememora a las víctimas de la separación en diversos puntos de la ciudad.
Además del Muro y de lo que significa este aniversario, Berlín tiene muchos atractivos para hacerla una visita. Su historia, sus museos y arquitectura, su ambiente en las calles... es un centro cultural y artístico de referencia en todo el mundo.
Las calles de la capital alemana se han convertido en un museo al aire libre
Berlín es la ciudad más poblada de Alemania con apenas 3,5 millones de habitantes y, según muchos berlineses, la menos alemana del país, aunque uno no entiende muy bien cómo interpretar eso.
Si no fuera por las obras que tienen levantada media ciudad y por el cierre total o parcial de algunos lugares emblemáticos, como varias salas del Museo de Pérgamo, el Palacio Imperial o el edificio de la Ópera, todos ellos en restauración, moverse en Berlín sería realmente fácil.
Los taxis son relativamente baratos, el transporte público es muy eficiente, cuenta con varias líneas de metro y la red de tranvías es muy rápida y amplia.
Si tiene unos días y quiere viajar a Berlín estas son nuestras sugerencias.
• Puerta de Brandeburgo. Si llega por la tarde-noche a la ciudad, una primera toma de contacto es recorrer a pie la zona de la Parisier Platz. Allí se ubica el monumento más famoso de la ciudad. Construida en 1791, la Puerta de Brandeburgo es un símbolo del triunfo de la paz, tiene 26 metros de altura e iluminada por la noche luce majestuosa.
Muy cerca se encuentra el edificio del Reichtag (Parlamento) y su espectacular cúpula acristalada diseñada por Norman Foster. Hay que reservar la visita, se puede hacer online, es gratis y así no tendrá que esperar colas. Las vistas son impresionantes. Lo ideal es ir al atardecer para ver cómo cambia la ciudad.
• La isla de los museos. Es una visita ineludible. La isla alberga cinco museos, entre ellos, el de Pérgamo, el más imponente y quizás el más visitado y que preserva los restos arqueológicos procedentes, entre otras, de las antiguas Mesopotamia, Persia y Babilonia. Lamentablemente, varias salas están en restauración, como la que acoge el altar de Pérgamo.
Otra de las joyas de la isla es el Museo Nuevo, donde se conserva el busto de la antigua reina egipcia Nefertiti. El edificio no es nuevo, como recuerdan los impactos de bala que aún se conservan incrustados en las pareces como huellas indelebles de la guerra.
• East Side Gallery. Es el tramo más largo que se conserva de los restos del Muro, 1,3 km, y la mayor galería de arte al aire libre del mundo. Le impresionará. A lo largo de la pared se pueden observar cientos de grafitos de artistas internacionales. Allí está la famosa foto del beso del presidente ruso Leonidas Breznev con Erich Honecker, líder de la ex República Democrática Alemana. (RDA). Después de la visita puede relajarse en alguno de los bares que hay sobre el río y contemplar el atardecer.
• Friedrichshain-Kreuzberg. En el centro de Berlín, a ambos lados del río Spree, donde se unen este y oeste: Friedrichshain-Kreuzberg, el distrito y los barrios de moda de la capital. El símbolo del distrito es el puente Oberbaumbrücke, con sus dos imponentes torres. Kreuzberg conserva un aire bohemio con sus tiendas de segunda mano y sitios baratos y agradables para tomar algo. Allí está también el Museo Judío, donde se encuentra la Torre del Holocausto. El mercado de Hackesche hará las delicias de los que buscan tendencias de moda y accesorios originales.
A tener en cuenta
• Unter den Linden es la milla de oro de Berlín y las obras para la nueva línea de metro, la U55, provocan que se produzcan cortes habituales. Los más afectados son los dos carriles centrales. En la esquina de Friedrichstrasse se ubicará la nueva estación, por lo que el cruce suele estar cerrado a menudo.
• La Ópera Nacional (Staatsoper), que también se ubica en el bulevar de la milla de oro, es unos de los edificios más característicos de la ciudad por su clasicismo y su interior estilo rococó que aún se conserva, pero permanecerá cerrada hasta 2015 para su total restauración. Hasta entonces, sus obras se representan en el Schillertheater de Charlottenburg.
• En el Palacio Imperial de la ciudad las obras van despacio. En junio de 2013 comenzó su reconstrucción y por el momento una maqueta de la fachada transmite una idea aproximada de lo que será el proyecto. Está previsto que en el año 2017 el palacio abra sus puertas para el nuevo Humboldt-Forum.