La Estatua de la Libertad existe gracias al crowdfunding
La palabra crisis tiene en su raíz el significado oportunidad, una asociación que en los tiempos que corren es muy necesaria. Ello se debe a que todos los periodos históricos de cambio han tenido un espacio para el desarrollo de ideas innovadoras, de alternativas para salir de las situaciones de riesgo. La actual coyuntura económica por la que atravesamos, también.
Ejemplo nítido de esto es la extensión del crowdfunding como modelo de financiación alternativo. Una tendencia cuyos orígenes, sin embargo, cuentan con una larga trayectoria. Y es que, según ha explicado a Territorio Pyme el presidente de la Asociación Española de Crowdfunding, Daniel Oliver, un monumento tan emblemático como la Estatua de la Libertad neoyorkina fue financiada a través de este mecanismo.
El responsable de la operación fue el editor Joseph Pulitzer, quien organizó el levantamiento del pedestal de la Estatua -cuyo coste en aquel momento fue de 125.000 dólares o lo que es lo mismo: varios millones de dólares hoy en día- a través de un sistema de preventas. Para ello, diseñaron y fabricaron reproducciones de la estatua en miniatura, que fueron vendiendo por correo a un precio de uno y cinco dólares. "Un crowdfundig que recompensa una escala gigantesca", sostiene Oliver.
Sin embargo, el máximo responsable de la Asociación Española de Crowdfunding sostiene que esta actividad se relaciona más con la cultura alternativa que con hitos populares como el antes mencionado. Así, a pesar de que artistas como el grupo musical Marillion o directores de cine como Spike Lee han producido sus obras gracias a este método de financiación, es difícil reseñar obras similares a la Estatua de la Libertad realizadas a través de crowdfunding.
La iniciativa está en alza en nuestro país y tiene en la película l'Edemà, con una producción de alrededor de 350.000 euros, su mayor logro de financiación alternativa. Un hito que está lejos de acercarse a los 55 millones de dólares recaudados en campañas en Kickstarter por el videojuego Star Citizen, hasta el momento el principal proyecto financiado a través de crowdfunding.
En todos estos casos se trata de crowdfunding de recompensa, señala Oliver, un modo de financiación que no cuenta con regulación concreta. Y es que la actual normativa sólo afecta al crowdfunding financiero, "que no levanta aún la cantidad de dinero que levanta el de recompensa".