Productos financieros que reinventan la relación entre bancos y clientes
Con un cliente cada vez más exigente y con disposición a cambiar de entidad si esta no satisface sus necesidades, a los bancos sólo les queda innovar o sucumbir ante la competencia. Igualmente nuevos operadores tienen que ofrecer innovación para atraer clientela y como resultado se comercializan.
Cuenta Coinc. Ofrece una forma distinta de ahorrar con una rentabilidad del 1,40% TAE. Con Coinc podrás crear metas de ahorro y realizar aportaciones periódicas o puntuales, tuyas o de tu círculo de amigos con el fin de llegar a un objetivo. No tiene comisiones y para su operativa puedes asociar hasta 10 cuentas diferentes de cualquier entidad financiera. Como ventaja adicional, permite conseguir un 4% de ahorro en todas las compras que realices en Amazon.es.
Hipoteca Inteligente Evo. Esta hipoteca a interés variable a Euribor + 2,10%, tiene la principal ventaja de variar el diferencial, si el Euribor sube. Si se sitúa entre el 2% y el 4%, bajará un 0,20%, si está entre el 4% y el 6%, bajará un 0,40%, y si el Euribor fuera mayor del 6%, bajaría un 0,80%. Además, si durante los 5 primeros años cumples con tus pagos puntualmente, te reducirán el diferencial de tu hipoteca en un 0,20% adicional para el resto de los años pendientes, siempre que sigas manteniendo la normalidad en tus pagos.
Seguro de Ahorro CuenTAEgon. En un entorno de tipos de interés bajos, otros productos alternativos despuntan, como es el caso de la CuenTAEgon, comercializada por Aegon seguros, que ofrece un 2,50% TAE durante los cuatro primeros meses y un 1% actualmente a partir del cuarto mes, con revisión trimestral de interés y tipo mínimo garantizado del 0,50%. Permite realizar aportaciones desde sólo 50 euros al mes, decidiendo la regularidad de las mismas, paralizar temporalmente los pagos o rescatar parcialmente de forma anticipada parte del dinero ahorrado.
Una de las lecciones que el usuario de banca ha aprendido es que hay que informarse sobre cualquier producto financiero que contratemos y ser mucho más críticos y proactivos en las reclamaciones, hasta un punto insospechado. De hecho, hasta el Banco de España parece ponerse serio con los bancos tras acumular más de 50.000 reclamaciones en lo que llevamos 2014, y ha apremiado a que antes de llegar al organismo regulador sean los propios bancos los que den solución a buena parte de estas quejas.