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Patrones para elegir la forma jurídica de una empresa

Cuando se pone en marcha una empresa no sólo se debe tener en cuenta la financiación, los recursos, etc. La forma jurídica es uno de los aspectos clave que deben elegirse cuando se va a constituir una compañía. De hecho, debe ser uno de los primeros en definir, porque a partir de él se derivan otros muchos aspectos que la definirán como empresa. Sociedad anónima, limitada, cooperativa o trabajador autónomo, sea cual sea, debe someterse a un estudio exahustivo para decidir cuál de ellas es la que más se adapta a la actividad y las necesidades de la empresa en concreto. No hay formas jurídicas mejores o peores, no existe un patrón que las determine como “buenas” o “malas”. Simplemente tienen una serie de características legales que hacen que se adapten mejor o peor al tipo de proyecto que se quiere constituir.

Se pueden tomar como base una serie de parámetros que harán decidir una forma u otra, en función de las características del proyecto empresarial.

Teniendo en cuenta todos los puntos anteriores y buscando la mejor opción para la compañía, se podrá elegir un tipo de forma jurídica u otro.

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