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La operadora española Quantis expande su negocio a África y Latinoamérica

El satélite se abarata y toma protagonismo en las ‘telecos’

Aquilino Antuña, director general de Quantis.
Aquilino Antuña, director general de Quantis.Pablo Monge

Las telecomunicaciones por satélite no son nuevas. “Hace 40 años que existen, pero en los últimos meses se está produciendo una revolución que está pasando desapercibida, porque el boom de la tecnología 4G-LTE y el despliegue de fibra acaparan toda la atención mediática”. Quien así opina es Aquilino Antuña, director general de Quantis, una operadora española de telecomunicaciones por satélite que arrancó en 2009 y que desde entonces no ha dejado de crecer. En 2011, su facturación fue de un millón de euros, pasó a 4,5 millones en 2012, ingresó 6,8 millones en 2013 y este año espera quedarse cerca de los 8 millones.

Las cifras son pequeñas, admite Antuña, sobre todo si se compara con las facturaciones de Telefónica, Vodafone u Orange, pero “el satélite está sufriendo una convulsión y su futuro es muy prometedor”. La iniciativa O3B, liderada por SES Astra y Google, es una evidencia para el directivo de Quantis de que esta tecnología tiene un enorme potencial, porque los satélites han mejorado notablemente y sus precios han caído estrepitosamente.

“En 2001, el equipo necesario en la casa de un cliente para dar servicios de telecomunicaciones por satélite (la antena parabólica y el correspondiente módem) costaba en torno a los 5.000 euros, y el servicio estrella en aquel momento era de 2 megabits por segundo, y superaba los 2.000 euros al mes. Hoy estamos hablando de equipos de cliente de 200 euros, y servicios de 22 megabits por segundo alrededor de los 29 euros. Esto era impensable hace solo unos años. Es cierto que la fibra óptica da 100 megas, pero según Satellite Today, en Canadá quieren ofrecer 100 megabits por segundo en dos o tres años. Y la ventaja de esta tecnología es que con un satélite cubres toda África”.

El directivo de Quantis, que recuerda que todavía hay 3.000 millones de habitantes sin internet en el mundo, explica que todo esto está siendo posible porque han aparecido unos nuevos satélites llamados HTS que usan unas bandas de frecuencia denominadas Ka que ofrecen muchísima capacidad. Eutelsat, por ejemplo, lanzó hace tres años un satélite Ka-Sat, con una capacidad de 90 Gbps, frente a los 3 ó 4 Gbps de uno convencional. “Un satélite de los nuevos equivale a 26 de los otros, pero ya se está hablando de satélites con capacidades superiores a los 500 Gbps. Es decir, que un satélite de estos equivaldría a 200 convencionales”.

Quantis negocia la entrada de un fondo

Quantis cuenta hoy con un equipo de 45 personas (hace dos años eran 10) y una extensa red comercial. La firma ha empezado su internacionalización hacia África, un país “más virgen en telecomunicaciones”, pero también pretende llevar sus servicios a Latinoamérica. Para ello, la empresa, que está estudiando efectuar una compra, negocia la entrada de un fondo en su capital. “Estamos en el proceso de auditoría, pero si se cierra esta inyección de capital nos permitirá ir más rápido en este negocio”.

Es evidente que el satélite no es rival para la fibra óptica ni para el 4G en muchos países, pero según Antuña, con los avances logrados mucha gente se está preguntando si merece la pena cablear África o Latinoamérica. “Yo creo que no, y de ahí la apuesta de Telefónica en Latinoamérica con MediaNetworks, que acaba de comprar un montón de banda Ka”.

La consultora estadounidense NSR, un referente en el mundo del satélite, asegura que en los dos últimos años se han encargado 22 satélites de nueva tecnología. “Se quiere cubrir África, Asia... en EEUU hay más de dos millones de conexiones vía satélite, e Inmarsat tiene una estrategia llamada Global Xpress con la que pretende dar cobertura a todos los mares para dar servicio a los barcos. Una de las primeras empresas en utilizar los satélites de O3B es Royal Caribbean a la que dan velocidades de 300 y 400 Mbps para sus cruceros. “Es como si el barco llevara una fibra óptica enchufada detrás”, comenta Antuña, que asegura que Quantis es fuerte en África Occidental.

La compañía, que ofrece sus servicios tanto a particulares como a empresas en España (en zonas suburbanas y rurales, porque aún hay medio millón de hogares españoles sin ningún tipo de conexión) y África, tiene una oficina en Marruecos desde hace casi un año y acaba de abrir otra en Costa de Marfil. Entre sus clientes están Abengoa, Iberdrola (para dar conexión a sus parques eólicos), Grupo Dragados, TVE y Copysa en Mauritania. “Acompañamos a muchas empresas españolas que están trabajando en África”, dice Antuña, que avanza que el negocio marítimo es muy interesante para el satélite. “También la telefonía móvil en los países emergentes se apoya mucho en esta tecnología, porque sirve para unir las estaciones base”. “La oportunidad de negocio es clara;lo que está por ver es quién la materializa”

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