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Abanca se plantea dejar la CECA para pasar a la AEB

Hablando de despilfarros, de ética y de moral, ¿u hoy tampoco toca?

No sé cómo empezar este artículo. No es que no tenga temas que desarrollar, es que me gustaría expresar antes de nada mi indignación ante los niveles de impunidad, desvergüenza, despilfarro e irregularidades por los que ha atravesado este país a lo largo de décadas. Y es que parece que el aquí no pasa nada por meter la mano en lo ajeno funciona, más cuando lo ajeno es etéreo. Sabes que existe, pero no sabes quién es, no le pones cara, y si no le pones rostro pues parece que no es nadie o muchos a la vez, con lo que el daño es menor.

 Hablo del último episodio conocido, en este caso en Caja Madrid. El de las famosas tarjetas opacas de consejeros y directivos de la entidad. 15,5 millones de euros gastados sin remordimientos de conciencia, como si la entidad fuera una gran caja fuerte sin claves a la que todos (directivos y consejeros) pudieran meter mano para sacar, pero no para reponer. Para ocultar a Hacienda y, por lo tanto, a todos los españoles.

Hubo una época en la que creí de verdad que los que se sentaban en el consejo de las cajas de ahorros, o por lo menos en Caja Madrid, creían en su estructura, apostaban por ese modelo de hacer banca sin ánimo de lucro. Creía en un consejo plural, con un número de representantes proporcional y de los mismos colores con los que se nos representaba en la sociedad.

Algunos de esos directivos y consejeros, incluso, hablaban de moral y ética. Son parte de los que defendían la estructura de las cajas de ahorros, y también de los que contribuyeron a desprestigiarla y a cargársela. Lo que es curioso es que los gastos con esas tarjetas ocurrieron entre 2003 y 2012, y ha sido a raíz de la publicación la semana pasada de los nombres de los titulares de esas tarjetas y de sus gastos cuando se ha producido una serie de dimisiones en cadena entre sindicalistas, políticos, directivos de la Administración y presidenta de una fundación, la de Caja Madrid. Ahora solo falta que devuelvan el dinero y que el peso de la ley caíga sobre ellos. Pero como dijo hace años el entonces ¿honorable? y ahora tan desacreditado Jordi Pujol cuando era presidente de la Generalitat, ese tema hoy no toca.

Cambio de tercio. Vuelvo a mi redil semanal. Esta semana, en concreto el próximo 10 de octubre, los 15 bancos españoles que han realizado las pruebas de esfuerzo con el Banco Central Europeo (BCE) conocerán ya su nota, o por lo menos si han aprobado o no según los estándares de Fráncfort. Solo algunos, si es que los hay, tendrán aún unos días, hasta el 24 de octubre, para explicar aspectos que para el BCE pudieran ser dudosos.

Varias fuentes financieras insisten en que si se tienen en cuenta los resultados obtenidos en las planillas entregadas por el BCE, y sin aún haber pasado por el vis a vis que han tenido o tienen estos días los bancos con los representantes del futuro supervisor único europeo, las entidades financieras españolas habrían pasado el primer corte. Incluso Cajamar, la única que desde hace meses sale en todas las listas como la más débil. Aunque su nota sería de un suficiente, sin tener en cuenta las medidas de recapitalización que ha realizado a lo largo de este año y que suman puntos.

Liberbank también pasaría, pero parece que en su caso el pase estaría vinculado a la recapitalización que ha llevado a cabo este año con la entrada de inversores mexicanos. Por cierto, Cajamar podría sentarse en el consejo de la patronal de cooperativas, Unacc, si todo sigue como hasta ahora. Se pasaría de esa forma de un enfrentamiento de años a tener un puesto en el máximo órgano de gobierno de la patronal. La AEB, así, perdería un potencial nuevo socio, Cajamar, que estaba dispuesta a irse a la patronal de la banca si no lograba que la Unacc reconociese su nueva estructura y peso en el sector.

El presidente de la AEB, José María Roldán, sin embargo, puede que consiga ganar un nuevo socio, algo que les vendría muy bien, dado que cada vez hay menos socios, aunque es la CECA quien más ha perdido. Los nuevos dueños de Abanca –la excaja gallega Novacaixagalicia–, están pensando salir de CECA, la patronal de las cajas y de los nuevos bancos que crearon tras su transformación. Sería la primera fuga de un socio de CECA desde su creación.

Los inspectores de la Comisión y del BCE vuelven hoy a Madrid para evaluar el estado de la banca y de la economía. Es la segunda misión tras el fin del rescate bancario. La visita se prolongará toda la semana.

Mientras, Francisco González, presidente de BBVA, viajó la semana pasada a Venezuela y Argentina para hablar con los directivos del banco allí. Son los dos países más complicados para hacer banca en las que opera BBVA.

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