El FMI dice ahora que el crecimiento es “más débil” de lo que preveía hace seis meses
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha reclamado a los países que adopten un conjunto de medidas “más valientes” que inyecten “un nuevo impulso” a la economía global que permita superar la “nueva mediocridad que nubla el futuro”.
En un discurso en la Escuela de Servicios Diplomático de la Universidad de Georgetown, Lagarde recalcó que la recuperación ha sido “decepcionante”, ya que es “frágil, desigual y acosada por los riesgos” y el nivel de crecimiento y empleo “simplemente no es suficientemente bueno”.
La directora gerente del FMI subrayó que en muchos aspectos la economía global “está un punto de inflexión”, por lo que es necesario que el mundo “aspire a más y haga más” tanto de forma conjunta como a nivel nacional.
En este sentido, afirmó que en general la economía global es “más débil” de lo que preveía el FMI hace seis meses, y sólo se espera un repunte “modesto” de la economía para 2015, ya que la perspectiva del crecimiento potencial ha disminuido.
Respecto a las economías avanzadas, señala que el repunte será previsiblemente “más fuerte” en Estados Unidos y Reino Unido, “modesto” en Japón y “más débil” en la eurozona, con disparidad entre sus países miembros.
Asimismo, cree que las economías emergentes seguirán impulsando la economía global, aunque a un menor ritmo en comparación con el registrado durante la crisis financiera, mientras que los países de bajos ingresos registrarán un crecimiento superior al 6% del año pasado y los de Oriente Medio se verán lastrados por los “intensos conflictos” políticos y sociales.
“Seis años después de que comenzara la crisis financiera, seguimos viendo debilidad en la economía global. Los países siguen lidiando con los legados de la crisis, como la elevada deuda y el desempleo”, remarca Lagarde, quien advierte de que aún existen “nubes preocupantes en el horizonte”.
Riesgos para la economía
En concreto, la directora gerente del FMI alerta del riesgo de un bajo crecimiento durante un largo periodo de tiempo, que puede frenar el consumo y la inversión y, en consecuencia, la recuperación, especialmente en las economías avanzadas que se enfrentan a un elevado desempleo y una baja inflación, como es el caso de la eurozona.
Asimismo, alerta de las “nubes financieras”, como la preocupación por una acumulación de excesos del sector financiero, sobre todo en los países avanzados; los valores máximos de los activos o la migración a los servicios financieros 'en la sombra'.
En tercer lugar, advierte de los riesgos geopolíticos, entre los que menciona una posible escalada de los problemas en Ucrania, la situación política en Oriente Medio y en algunas partes de Asia o el brote de ébola en África, que puede representar un riesgo “significativo” para la región y el mundo si no se aborda adecuadamente y con rapidez.
En este contexto, Lagarde reclamó que se adopten “políticas valientes” que aceleren el crecimiento, aumenten el empleo y logren un nuevo impulso, e insistió en la importancia de que todas las partes de la economía cumplan con su papel.
Así, añadió que la política monetaria ya ha hecho su parte, y ahora es necesario que se vea apoyada por “el resto del equipo”. En concreto, instó a adoptar políticas fiscales que sean favorables para el crecimiento y empleo, lo que no significa poner en marcha “estímulos fiscales”.
En su opinión, esto debe ir acompañado por reformas estructurales que incrementen la productividad, la competitividad y el empleo, principalmente en el mercado laboral y en los de productos y servicios, así como por una mayor inversión pública en infraestructuras.