Llegan a España los Baci, icono de los bombones italianos
Una leyenda del chocolate italiano desembarca hoy a España. El Corte Inglés y algunas tiendas gourmet repartidas por el territorio español venden por primera vez los Baci Perugina, histórica marca de bombones de chocolate con leche y avellanas picadas, una avellana entera tostada en la parte superior y una cubierta de chocolate negro.
Los bombones italianos, que están presentes ya en 55 países en todo el mundo, nacieron en Perugia, hace más de 90 años. En esta ciudad del centro de Italia, repleta de tesoros arquitectónicos y artísticos, se fundó la fábrica de peladillas Perugina, en 1907. Después de la Primera Guerra Mundial, esta actividad familiar se convirtió en una de las primeras industrias alimentarias italianas, en la que se producían también caramelos, chocolate y cacao en polvo.
Un día de 1922, mientras buscaba una manera para contener los costes de producción, una de los fundadores de Perugina, Luisa Spagnoli, se le ocurrió que se podían recuperar los restos de las avellanas picadas utilizadas en otros procesos de fabricación, y fabricar de esta forma un nuevo bombón. Mezcló las avellanas con chocolate, puso una avellana tostada entera encima de la pequeña masa y cubrió todo con el chocolate “Luisa”, que Perugina ya fabricaba. Así nació este bombón.
El nombre -nada gracioso- que Spagnoli le dio al principio fue cazzotto, que en italiano quiere decir puñetazo, por su semejanza con un nudillo. “Pero, ¿cómo hubiera podido un cliente entrar en una tienda y pedir: ‘Por favor, deme un puñetazo'?”, relataría más tarde uno de los fundadores de la casa, Giovanni Buitoni, que finalmente decidió llamar el producto Baci, es decir besos.
El toque final lo añadió otro personaje histórico de Perugina: Federico Seneca, uno de los dibujantes italianos para publicidad más importantes de la época. Fue este futurista quien añadió a cada bombón un papel con citas literarias o frases anónimas, lo envolvió con papel color plata y lo puso en una caja que llevaba un dibujo de dos amantes que se besan, inspirado en El Beso de Hayez.
El éxito fue fulgurante y ya en 1927 la publicidad de Perugina presumía de haber vendido “en solo cinco años cien millones de Baci”. En 1934 el hijo de Luisa Spagnoli, Aldo Spagnoli, por aquel entonces director del área de la empresa que hoy se llamaría marketing, se inventó una afortunada campaña publicitaria: un concurso de cromos ligado a la emisión radiofónica I quattro moschettieri (Los cuatros mosqueteros).
Luisa no pudo ver el éxito alcanzado por su invento (la fusión de Buitoni y Perugina en 1969, la salida a Bolsa de la compañía en 1972, y la adquisición por Nestlé en 1991, entre otros hitos) porque falleció de un cáncer de garganta en 1935. Además de este icono de la repostería italiana, dejó una fábrica de lana de Angora, germen de lo que se convirtió en la todavía existente casa de moda Luisa Spagnoli.