Son los altos precios (no la deflación), estupido!!.
En el periodo desde la introducción del euro, presidido por una política monetaria expansiva de los bancos centrales motivada por la explosión de la burbuja “puntocom”, los precios en los distintos paises de la UME ha sido dispar.
Esta política monetaria expansiva infló una burbuja de crédito inmensa que en los países del sur de la Eurozona dio lugar a un fuerte incremento de los precios. Dando lugar con ello una fuerte pérdida de competitividad de todos ellos.
Lo que antes estos países lograban a través de una devaluación de sus divisas, hoy deben hacerlo "clonarla" a través de lo que se conoce como una “devaluación interna”. Es decir a través de una reducción de precios y salarios. Entiéndase bien, salarios y precios. La parte de los salarios, a través de una reforma laboral se podido, en parte, llevar a cabo. Ello se ha realizado con un gran sufrimiento de la población.
La parte de los precios no tanto. La rigidez de los mercados internos ha cumplido su misión de mantener artificialmente altos (e incluso subiendo) los precios de los productos y servicios en los sectores menos expuestos a la competencia. Haciendo más duro aún, si cabe, el proceso de ajuste de la población española. Sobre esta y sobre los sectores más expuestos a la competencia ha recaído todo el esfuerzo de adaptación. Pero no ha sido suficiente.
Utilizando el IPC subyacente (excluyendo energía, comida y tabaco) en España e Italia los precios están entre un 18-15 % por encima de los alemanes y entre un 9,0-6,5% por encima de los de la UME. Ese enorme diferencial de precios -y casi nada más- es el gran problema de ambos países. La situación en Francia es menos problemática (solo un 4,4% por encima de los alemanes pero un 3,0 por debajo de la UME).
En esta situación o los precios alemanes suben a un ritmo mayor que el español e italiano (ajuste de precios castigando al consumidor alemán) o bien los precios de estos dos países descienden hasta un nivel que sea equiparable al alemán.
Los sectores reacios a los ajustes de precios han contado con la inestimable ayuda del “fantasma de la deflación” para lograr la connivencia de la opinión pública. Incluso de aquellos colectivos que más se van a ver afectados por el inflación. Observe que el estancamiento del índice español en el último año (desde septiembre del 2013) apenas ha logrado cerrar la brecha de precios con Alemania y la UME.
La devaluación del euro emprendida por el BCE recientemente no va a solucionar el problema de fondo de disparidad de precios dentro de la UME. Además puede provocar un aumento del superávit por C/C de la UME (superior a los 200.000 millones de € y alrededor del 2,0-2,5% del PIB) y provocar un posterior ajuste violento en los mercados.
La devaluación del EUR, solo acabará dando más tiempo a unos gobiernos, que como ha venido siendo siempre, lo malgastarán.