Las motos no solo son para el verano

En lo que a la venta de medios de transporte se refiere, España está experimentando un crecimiento. La venta de coches ha tenido un crecimiento del 16,4% durante los ocho primeros meses del año según Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Pero no solo la venta de coches aumenta sino que la de motos también lo hace, según los datos de Anesdor (Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas), de enero a agosto ha habido un crecimiento del 18,42% en matriculaciones de motocicletas.

Crecen las ventas y se aproxima el mal tiempo. Los meses de invierno son para muchos los peores en el año para montar en moto, pero siguiendo unas pautas básicas y teniendo un buen equipamiento, el invierno no es problema para poder seguir sumando kilómetros en dos ruedas. ¿Son las motos una buena alternativa al coche en cualquier época del año? ¿Qué moto elegir? ¿Qué ventajas aporta una moto?

Una moto adecuada

El primer paso es elegir la moto. Tipos hay muchos, marcas también. Lo ideal es analizar qué uso lo más aproximado posible se le va a dar, para aprovechar al máximo sus características y no adquirir una máquina que cubra en exceso las necesidades. Una moto que aporte garantías de seguridad y que sea lo más manejable posible son rasgos que resulta conveniente buscar en un vehículo de dos ruedas. Además también habrá que ajustarse al presupuesto del que se disponga, o bien encontrar la forma de financiación que mejor se adapte en el momento de la compra.

Costes

Como cualquier otro tipo de vehículo, las motos tienen una serie de costes a tener en cuenta. El más obvio y principal es el precio inicial de la moto. Además si se decide financiar la compra, habrá que tener en cuenta los intereses de dicha financiación.

Además hay que tener en cuenta otros costes obligatorios como por ejemplo el de contratar un seguro (de obligado cumplimiento tal y como lo marca la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor en su artículo 2.1. Este coste variará en función de las características de la moto, las características del conductor y de la localidad en la que la moto vaya a circular.

Hay que sumar el coste de mantenimiento. Realizar revisiones periódicas en taller e incluso llevar a cabo un mantenimiento lo más continuo posible conlleva un gasto. Estas acciones tienen su reflejo en que aumentan la seguridad del vehículo y reducen el riesgo de averías y accidentes en carretera. También hay que tener en cuenta que hay que disponer del equipamiento adecuado, casco (obligatorio), guantes, chaqueta adecuada, pantalones…

Ventajas de una moto

El precio es una de las ventajas que primeramente vienen a la cabeza. En general, una motocicleta tiene un precio inferior a un coche, aunque siempre hay excepciones. Además el consumo de combustible es menor y por lo tanto eso supone un ahorro importante. Otra de las ventajas es su fácil maniobrabilidad. Son más ligeras que un coche y su menor tamaño convierte a la moto en un medio de transporte ágil. Por último, son fáciles de aparcar ya que no requieren de un gran espacio y las maniobras se reducen considerablemente, por lo que también se ahorra tiempo en los traslados.