Equivocarse, ¿mejor por exceso que por defecto?
Queda asumido que el BCE está promocionando una política de EUR débil dada la "preocupante" deriva de la evolución de los precios hacia un potencial escenario de deflación. Aunque las probabilidades de dicho escenario son bajas, lo cierto es que si finalmente la UME se viera abocado a él, las consecuencias quedarían multiplicadas por el excesivo endeudamiento de sus principales economías.
Ahora sí parece que el BCE ha optado por la máxima anglosajona que, puestos a pasarse, es mejor por exceso que por defecto. Esta solución actualmente no es problemática, pero tiene todos los ingredientes para que en el futuro lo sea.
La UME es la principal potencia acreedora del mundo y, según los últimos datos de julio publicados por el BCE, el saldo acumulado en los últimos 12 meses hasta julio de 2014 estacionalizado alcanzaría los 233.600 mill de € o el 2,4% del PIB. En ese mes el saldo mensual favorable se incrementaba en 32.300 mill de € (también estacionalizado) desde los 24.800 millones anteriores.
Con la medida de Draghi se “exporta desinflación” con especial incidencia a EE.UU. que ya de por sí moderaba su IPC interanual en agosto al 1,7% desde el 2,0%. Si estos precios se mantiene alejados del objetivo del 2% (Core PCE deflactor) vemos muchos motivos para que Yellen haga prevalecer su predisposición por mantener todo lo posible las laxas condiciones monetarias.
La economía de EE.UU. está recuperando, pero su vigor de crecimiento es muy vulnerable. Ya tuvimos prueba de ello en el 1ºT (-2,1%) si bien presentó una reaceleración en el segundo (+4,2%), pero con todo, el crecimiento será muy complicado que supere el 2% este ejercicio.
De momento Japón ya ha visto “las orejas al lobo” en relación con la política monetaria del BCE y ha emprendido una activa campaña a favor de un JPY más depreciado que ha deparado niveles de 109 JPY/USD y 140 JPY/EUR.
Por lo que respecta a los emergentes un mantenimiento de los tipos oficiales por parte de la Fed durante más tiempo en los niveles actuales aliviaría la posible salida de capitales. Aunque hayan existido fases de considerable depreciación de las divisas emergentes todavía podría quedar un amplio recorrido de ajuste cuando la Fed en el futuro endurezca el discurso.