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¿Gana o pierde España en la nueva Comisión?

¿Sale ganando o perdiendo España con la asignación de la cartera de Energía y Clima a Miguel Arias Cañete en la nueva Comisión Europea? Las respuestas de Gobierno y oposición son tan tajantes como previsibles. Pero quizá convenga hacerse más preguntas.

¿Cómo queda España en relación con Comisiones anteriores?

Parece claro que la cartera de Cañete no puede equipararse a la ejercida por sus predecesores más recientes, como Joaquín Almunia (Competencia), Pedro Solbes (Asuntos Económicos) o Loyola de Palacio (Energía, Transportes y Relaciones con el Parlamento Europeo).

¿A qué se debe esa diferencia?

Por lo pronto a que hay muchos más países entre los que repartir, pues en solo 10 años se ha pasado de 15 socios a 28. Hasta 2004, España incluso contaba con dos comisarios como el resto de los países "grandes". Ahora solo tiene uno como todos los demás.

¿A qué aspiraba al Gobierno?

El Gobierno parecía dar por descontado que en esta legislatura el comisario español no podía aspirar a dos de las carteras más importantes que España ha ocupado sucesivamente desde 1999: Asuntos Económicos (1999-2010) y Competencia (2010-2014). Tal vez por ello el presidente Mariano Rajoy dirigió sus esfuerzos hacia una cartera de menor rango pero coronada con el símbólico título de vicepresidencia.

¿Ha conseguido el Gobierno sus objetivos?

En parte. La cartera de Energía, ocupada hasta ahora por Alemania, era una de las preferidas por Madrid por dos razones: primero, porque en esta legislatura parece llamada a ganar importancia como consecuencia de las tensiones con Moscú; y segundo, porque España lleva años intentado dejar de ser una "isla energética", sin apenas conexiones con el continente. La presencia de Cañete podría contribuir a paliar esa carencia.

¿Quería alguien más la cartera de Energía?

Sí. Alemania, que la ocupaba hasta ahora, intentó repetir. Y varios países del Europa central y del Este también la deseaban, como arma para intentar reducir su dependencia energética de Rusia.

¿Y Cañete será vicepresidente?

No, ese objetivo no se ha logrado.

¿Es una gran pérdida?

En principio, no, porque la Comisión no es un Gobierno al uso y en ella las vicepresidencias (salvo la de Exteriores) no suponen una gran diferencia con el resto de comisarios. Es cierto que Juncker quiere dar mayor relevancia a las vicepresidencias que hasta ahora. Pero la Comisión es un colegio y no está claro que se pueda establecer una jerarquía rígida que, en todo caso, no afectaría solo al comisario español sino a todos los demás. De hecho, salvo Italia, ninguno de los "grandes" países tendrán vicepresidente: ni Alemania, ni Francia, ni Reino Unido.

¿Tendrá Cañete una vicepresidencia por encima?

El nuevo presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha organizado la estructura de la Comisión en siete "silos", en los que otros tantos vicepresidentes sin "cartera" (salvo la de Exteriores) ejercerán el papel de coordinación y asumirán poderes delegados del presidente. Cañete forma parte de un "silo" llamado "Unión Energética", que encuadra a siete comisarías: Energía; Transporte; Política Regional; Mercado Interior; Investigación y Desarrollo; Agricultura; y Pesca y Medioambiente.

¿Quién ocupa la vicepresidencia del "silo" de Cañete?

La comisaria eslovena, Alenka Bratusek, ex primera ministra de su país.

¿Quién mandará más, Bratusek o Cañete?

El mandato de Juncker parece dar prioridad a la vicepresidenta en temas energéticos relacionados con la política exterior. En el resto, desde eficiencia energética a renovables o mercados de emisiones, Cañete parece disponer de más poder. Bratusek, como el resto de vicepresidentes, puede frenar en nombre de Juncker la iniciativa de un comisario. Pero se trata de una atribución que no resta poder a los comisarios sino que descarga de trabajo al presidente, al que correspondería verificar la necesidad o la viabilidad política de todos los proyectos.

¿Supone eso una merma para Cañete?

No tiene por qué, salvo que el comisario español tenga previsto plantear iniciativas descabelladas. De no ser así, su poder será el mismo que hasta ahora. De hecho, Juncker ha cursado instrucciones expresas a cada comisario. Y en el caso de Cañete, el documento señala expresamente que las direcciones generales de Energía y Acción sobre el clima reportarán directamente a Cañete. Eso otorga al comisario español el control directo de la agenda y la cúpula de esos dos departamentos, que cuentan en total con más de medio millar de funcionarios.

¿De cuántos funcionarios dispondrá Bratusek?

En principio, de ninguno directamente. Los vicepresidentes deberán recurrir a la Secretaría General de la Comisión, que depende del Presidente.

¿Quién asistirá a las reuniones de los Consejos de ministros de la UE, donde se adoptan las decisiones?

Los vicepresidentes decidirán quién asiste a cada Consejo. Pero Juncker ya dejó ayer claro que a las reuniones de los ministros de Economía asistirá el comisario de turno (francés), por lo que previsible que ocurra así en todas las áreas. Es decir, que al Consejo de ministros de Energía asistiría Cañete.

¿Podría haber roces entre Cañete y la vicepresidenta Bratusek?

Sin duda. Los dos son políticos y además de grupos distintos (conservador y liberal). Pero las batallas no son una novedad en el seno de la Comisión. Almunia ha librado una recientemente en torno al caso Google. Solbes se fajó para intentar preservar el Pacto de Estabilidad. Y De Palacio nunca dio una batalla por perdida ni se arredró ante otros comisarios.

En caso de conflicto, ¿siempre tendría las de ganar Bratusek por ser vicepresidenta?

No tiene por qué. Los conflictos, si llegan a surgir, se resolverán como siempre en la Comisión a favor de quien pueda contar con más aliados. Y en caso de confrontación irresoluble, la última palabra la tendría el presidente, igual que ahora.

¿Cañete es el único comisario en esa situación?

No. Como es lógico, de los 27 comisarios la mayoría, 20, no son vicepresidentes, entre ellos, como se ha dicho, los de los "grandes" países. Las vicepresidencias han ido a parar a Italia (por decisión del Consejo, no de Juncker), Holanda, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania Eslovenia y Bulgaria.

¿Qué carteras han conseguido los países "grandes"?

Francia, Asuntos Económicos y Fiscalidad.

Reino Unido, Servicios Financieros.

Alemania, Economía Digital.

¿Era lo que querían?

Francía y Reino Unido, sí. Alemania, no tanto. Berlín parecía aspirar en primer lugar a repetir en Energía o hacerse con Competencia o Comercio.

¿Los comisarios de Francia, Reino Unido y Alemania también tienen una vicepresidencia por encima?

Sí, igual que el resto. De hecho la cartera de todos ellos, y también la Cañete, pertenece a más de un silo, de modo que están encuadrados en al menos dos vicepresidencias.

¿Podía haber aspirado a España a una cartera mejor con otro candidato?

Difícil saberlo. La única pista que dio Juncker es que daría cierta prioridad a los países que optasen por una comisaria y no por un comisario, para favorecer el equilibrio de género. Pero la recompensa no estaba garantizada. Francia y Reino Unido, por ejemplo, han enviado varones y se han hecho con dos carteras excelentes. Bélgica envío a una mujer, de gran prestigio además, y ha obtenido una cartera peor de lo esperado. Y es que en el reparto, Juncker tenía que tomar en cuenta los equilibrios ideológicos (PPE, socialistas, liberales), geográficos (norte-sur/este-oeste), de tamaño (país "grande"/país "pequeño"). La personalidad de cada comisario habrá pesado pero es difícil calcula la influencia que han tenido todas esas variables en el rompecabezas final.

¿Puede haber afectado a Cañete la aspiración del ministro de Economia, Luis de Guindos, a presidir el Eurogrupo?

Es probable. Las dos negociaciones se cruzaron. Y aunque la presidencia del Eurogrupo, finalmente, se quedó en el aire, puede haber sido utilizada por otros países para reclamar en la Comisión una cartera mejor que la de España.

¿No son demasiadas preguntas y respuesas?

Me temo que sí, lo siento.

Foto: rueda de prensa de Jean-Claude Juncker, presidente electo de la Comisión Europea, para anunciar el reparto de carteras entre sus 27 comisarios. (B. dM., 10-9-14).

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