Una figura clave para los intereses de España
Con la muerte de Emilio Botín se va una figura clave para comprender la modernización económica de España en las últimas décadas. Este cambio no se puede entender sin Botín, que en los últimos 28 años capitaneó la transformación del Banco Santander hasta convertirlo en uno de los bancos globales más valorados y respetados del mundo. Para quienes trabajamos en la banca, su figura ha sido y es una referencia, y seguramente nos será muy difícil entender este sector sin él. Fue capaz de adelantarse a las tendencias por las que se iba a dirigir el sistema financiero, tanto desde un punto de vista estratégico como de actitudes. En primer lugar, entendió la necesidad de crecer y alcanzar una gran escala. Y esa visión le llevó a liderar algunas de las operaciones de concentración más notables. En segundo lugar, comprendió la necesidad de internacionalizarse y diversificar el negocio. Y esto unido a su capacidad para implementar los cambios con audacia y pasión, lo que supuso un ejemplo continuo para sus equipos y transformó esta forma de hacer en la cultura del banco. Pero más allá de su faceta como gestor, Emilio Botín supo asumir la tarea de defender los intereses de España dentro y fuera de nuestras fronteras. Quiero reconocer y agradecer una vez más el apoyo institucional que siempre prestó al equipo gestor de Bankia desde que en 2012 emprendimos la nueva etapa. Él tenía claro, y lo demostró con gran generosidad, que revertir la situación por la que entonces atravesaba la entidad era fundamental para el país y supo valorar que, al conseguirlo, se mejoraría la percepción sobre nuestro sistema financiero y la economía española.
José Ignacio Goirigolzarri es Presidente de Bankia