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El Iluso BCE

Según publicó ayer el INE, el número de hipotecas de viviendas inscritas en los registros de la propiedad en junio ha ascendido hasta las 17.137, lo que equivale a un incremento del 19,0% con respecto al mismo mes de 2013.

Con este incremento interanual, las viviendas hipotecadas vuelven a terreno positivo tras haberse situado en tasas negativas en abril (-13,4%) y en mayo (-3,4%) y es la segunda vez que sube este indicador en cuatro años. El importe medio de las hipotecas ha sido de 98.582 €, lo que supone un incremento del 1,3% en tasa interanual (-0,6% intermensual).

Del mismo modo, el total de hipotecas (urbanas, rústicas y solares) fue de 26.519, un 10,9% mayor que hace un año, el primer incremento en tasa interanual desde febrero del 2010. El importe medio del total de hipotecas ha sido de 120.294 €, lo que supone un incremento del 2,1% en tasa interanual, aunque queda lejos de los 147,928 €, los 137,845 € y los 159,025 € que se observaron en febrero-abril pasado, pero es superior (2,6%) con respecto a los 117.274 € de mayo.

Aunque no han faltado las voces que llamaban a la recuperación en el sector, lo cierto es que hay síntomas contradictorios. Por un lado, el número de hipotecas de viviendas urbanas ha caído un 4,6% en tasa mensual y en los seis primeros meses del año, el número de viviendas hipotecadas se ha reducido un 14% con respecto al mismo periodo de 2013, con un descenso del 12,7% en el capital prestado y un aumento del 1,5% en el importe medio de la hipoteca. El total de hipotecas cayó en tasa mensual un 5,3%, el capital prestado un 2,9% y el importe medio hipotecado apenas subió un 2,6% (2,1% interanual).

Segunda pregunta clave: ¿Esta la banca volviendo a abrir el grifo del crédito hipotecario? Se han constituido 26.519 hipotecas sobre fincas rústicas y urbanas lo que supone un aumento del 10,9% respecto a junio de 2013. El capital prestado ha subido un 13,2% hasta los 3.190 Mill.€ y el importe medio de las hipotecas constituidas sobre el total de fincas ascendió a 120.294 euros, un 2,12% más que en junio de 2013.

Resulta útil recordar que las medidas que ha anunciado el BCE de fomento del crédito bancario tienen como premisa que este dinero no debe destinarse al sector inmobiliario ni compra de deuda. Aparentemente los sectores más beneficiados hasta ahora del preanuncio de medias "no ortodoxas" hecho por el BCE en junio pasado, y ratificado por Dragui en el reciente simposio de Jackson Hole, ha sido sobretodo éste último y al parecer, también el inmobiliario.

Como era de esperar, el BCE peca de inocencia.

Otro ejemplo: ayer Valls, Primer Ministro francés, se sumó al bando de los que piden un EUR a la baja. Un capricho que el BCE parece dispuesto de concederles y esperar (iluso) que a cambio los gobiernos mantengan el pulso reformista. No acabará bien. Al contrario, solo un EUR al alza será el aliado básico del BCE en la lucha por las reformas estructurales (como en su momento lo fueron las primas de riesgo).

Adulterar la realidad no es una solución viable.

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