Fairy, el lavavajillas del pueblo de Villarriba
Desde 1982 Fairy se enfrenta a Mistol por ser el jabón líquido preferido. Ganó popularidad gracias a una batalla publicitaria de dos pueblos ficticios
Para aquellos cuya memoria abarque al menos 20 años, hay un anuncio que seguro que recuerdan. En 1991, la marca de lavavajillas Fairy lanza una publicidad de televisión de dos pueblos ficticios que compiten por la mejor paella en sus fiestas populares. A la hora de lavar el enorme recipiente, los de Villabajo utilizan erróneamente un jabón cualquiera y deben “frotar y frotar”, dice la voz en off, para quitar los restos. Los de Villarriba se decantan por Fairy, que gracias a “su fórmula concentrada”, hace desaparecer la grasa. De hecho, la secuencia acaba con el lema “El milagro antigrasa”. Una campaña de éxito que se repetiría a lo largo de los años.
Cronología
1898. Nace la marca Fairy para el mercado europeo, fabricada por Thomas Hedley, una empresa de Newcastle (Inglaterra). La primera imagen comercial es la de un hada (fairy, en inglés).
1900. Primera campaña publicitaria, consistente en un premio de 500 libras en un sorteo semanal entre los envoltorios que se enviaran a la fábrica de Thomas Hedley.
1930. Procter & Gamble compra la empresa Thomas Hedley.
1931. El logo de la marca que aparece en los envoltorios es desde ese año un bebé llamado Bizzie.
1959. Aparece el jabón líquido en envase de polietileno.
1982. El lavavajillas Fairy entra en el mercado español con el mensaje de ser el milagro antigrasa.
1991. Exitosa campaña publicitaria de Villarriba y Villabajo.
1993. Nuevo producto Fairy Limón.
2001. Nueva fórmula más concentrada en el Fairy Ultra. También se presenta el actual logo del producto, una gota de color verde.
2007. Versión para lavar a máquina: Ultracaps.
Gracias a esta publicidad, Fairy gana relevancia en España, un mercado al que había llegado una década antes y donde tenía que competir con jabones consolidados como Mistol. En la actualidad, estos dos productos, sin embargo, tienen que hacer frente al consumo de las marcas blancas.
Fairy nace en el siglo XIX en EE UU, aunque la empresa británica Thomas Hedley, de Newscastle, compra en 1898 los derechos para Europa y comienza a comercializar las pastillas de jabón.
En 1900, Fairy Soap pone en marcha su primera promoción comercial, con un premio de 500 libras. La ama de casa tenía que guardar todos los envoltorios de Fairy y enviarlos posteriormente a Thomas Hedley. Ese concurso se celebraba a final de cada mes. Era la época en la que el jabón se suministraba a las tiendas en carros tirados por caballos.
En 1930, la estadounidense Procter & Gamble (P&G), creada en 1837, adquiere la firma Thomas Hedley y su producto estrella Fairy, que comienza a vender en diferentes países de Europa. Hoy en día se sigue fabricando en Reino Unido y en Bélgica.
Desde esa década, el logo del jabón se llama Bizzie, un bebé que aparece en todos los envases. Cuando llega la Segunda Guerra Mundial, la imagen del niño se reproduce con un casco metálico.
Aunque esa imagen iría más allá. Los empleados de Thomas Hedley recaudan 11.000 libras para construir dos aviones de la RAF (Royal Air Force) para la contienda. Las aeronaves, dos Spitfires, son bautizadas con los nombres Bizzie 1 y Bizzie 2 e incorporan una imagen del bebé en sus laterales. Estas avionetas todavía pueden verse en el Museo del Aire de la Isla de Man.
Fairy líquido
En los años sesenta se lanza el Fairy líquido, con el lema ligado a la delicadeza, dirigido a las amas de casa: “para que las manos que lavan los platos estén suaves como tu rostro”.
Cuando Fairy entra en el mercado español debe competir con Mistol, un producto nacional que había surgido en 1950 con el mensaje “nacido para triunfar”. En 1969, Mistol se incorpora al grupo alemán Henkel, con marcas como Fa, Persil, La Toja, Magno, Loctite, Diadermine, Licor del Polo, Schwarzkopf, Estrella, Dixan, Wipp, Micolor, Vernel o Neutrex.
Fairy entra en España de la mano de Procter & Gamble vendiendo las bondades del “primer lavavajillas líquido concentrado para lavar a mano”. Al cabo de los años aparecen diferentes innovaciones, como el Fairy Limón o la versión Ultra.
Actualmente la multinacional cuenta con marcas como Ariel, Pantene, H&S, Braun, Oral B, Dodot, Tampax, Evax o Don Limpio. El gigantesco conglomerado vendió el pasado ejercicio por valor de 61.915 millones de euros. La división de productos para el hogar, en la que se encuadra Fairy, es la mayor, ya que representa un 32% del negocio.
El récord Guiness de la paella gigante
La publicidad sobre el lavado de las paellas populares fue un recurso recurrente para la marca durante al menos una década. A lo largo de los años, los de Villarriba y Villabajo se iban enfrentando con idéntico resultado. Si un día los del pueblo de abajo aparecían con un lavavajillas concentrado, los de arriba les sorprendían con el más eficaz Fairy Ultra. Incluso inspiró a Televisión Española para crear la serie Villarriba y Villabajo, dirigida por Luis García Berlanga.
En 2001, la marca de Procter & Gamble decidió batir un récord Guiness al elaborar la paella más grande del mundo, encargada al cocinero valenciano Antonio Galbis. El recipiente en el que se cocinó medía 21,5 metros de diámetro. Se trasladó por piezas, que se soldaron en el lugar donde se hizo, en el barrio madrileño de Moratalaz.
80 cocineros emplearon 6.000 kilos de arroz, 5.500 de verduras, 12.500 de carne, 235 de sal, 28 de especias, uno de azafrán en flor, 30.000 de leña, 15.000 litros de agua y 1.100 de aceite. Galbis batía así su propio récord de 1992.
Comieron 110.000 personas de esa paella, que junto a 16.621 platos se lavaron con una única botella de Fairy.