Aviso de socorro para incentivar la industria
La meta marcada para la industria de los países miembro de la UE es la de llegar al 20% del PIB en el año 2020. Los datos del sector manufacturero español no se acercan, por el momento, al de sus vecinos. En 2013, la industria daba trabajo al 12,4% de los ocupados mientras que la media de la UE era del 20,3%, y en Alemania llegaba al 25,6%. Además, el peso español en el Valor Añadido Bruto, que ya estaba por debajo de la media comunitaria antes de la crisis iniciada en 2008, se encuentra ahora en términos inferiores a ese año cuando era de un 19,6% de media. En la actualidad esta cifra ha bajado al 17,5%. La participación en el VAB es cada vez más escasa, lo que produce cada vez más divergencias entre España y los países comunitarios.
No obstante, el índice de producción industrial (IPI), aumento un 3,5% en términos interanuales como respuesta a la mejoría de la segunda mitad de 2013.
Desde los sindicatos y patronal hacen un llamamiento “urgente” para que se implanten medidas concretas en el sector. La industria tiene una enorme importancia para la economía del país. A pesar de que las estadísticas están a la baja, el industrial es, tras el sector servicios, el que más contribuye al valor añadido y al empleo. Hasta 2,3 millones de personas están ocupadas en el sector. De todos esos puestos de trabajo, un 83,4% son indefinidos. Además, es responsable de nueve de cada diez bienes exportados por España, con un importante efecto de arrastre sobre el resto de sectores, y por tanto, juega un papel clave como dinamizador del tejido productivo.
Debido a las malas cifras generales, la memoria realizada por el CES insta al Ejecutivo a tomar medidas trasversales que afecten a todos los ámbitos de influencia del sector. Desde el máximo organismo consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y de empleo pretende enmarcar estas sugerencias en el marco generado a nivel europeo. La UE ha abierto la posibilidad de que los Estados miembros efectúen una serie de medidas concretas para fomentar la actividad industrial dentro de sus fronteras. Las diferencias entre las economías europeas favorecen la distinción de los modelos productivos.
De este modo, plantean medidas en los ámbitos de regulación, costes energéticos y cambio climático, formación, internacionalización, financiación, I+D+I y pymes. Además, proponen realizar un análisis exhaustivo de las diferentes iniciativas de política económica y garantizar la integración adecuada de las cuestiones relativas a la competitividad industrial.
En este sentido, buscan establecer un sistema de evaluación de los posibles impactos de las medidas para orientar las futuras actuaciones de política industrial. En definitiva, el CES pretende reorganizar el sector industrial actual en busca de un modelo productivo.
Por ultimo, la patronal y sindicatos hacen un llamamiento al “compromiso decidido de todos los agentes involucrados para asegurar el apoyo al sector industrial con perspectiva de medio y largo plazo”.