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Ha gastado más de 37,2 millones de euros

Ferrovial aprovecha las caídas en Bolsa para anular el efecto negativo de su dividendo en 'scrip'

Rafael del Pino, presidente de Ferrovial.
Rafael del Pino, presidente de Ferrovial. Pablo Monge

El grupo constructor que preside Rafael del Pino ha aprovechado las turbulencias bursátiles de los últimos días para llenar su despensa de acciones propias y anular en parte el efecto dilutivo del aumento de capital para remunerar en acciones o efectivo (scrip dividend) que ejecutó a finales de julio.

Ferrovial ha comprado 2,4 millones de acciones propias desde el 31 de julio, cuando el Ibex y las Bolsas en general –y también los títulos de Ferrovial– comenzaron su cuesta abajo. Ya ha anulado  el 41% del efecto negativo de la ampliación de capital para remunerar a sus socios.

El 24 de julio aterrizaron en la Bolsa más de 5,9 millones de acciones nuevas de la compañía, que entregó una nueva por cada 55 antiguas. Los que prefirieron el dinero contante y sonante pudieron vender al grupo sus derechos de suscripción (la opción más parecida a cobrar el dividendo clásico) por 0,291 euros.

Los dueños del 44,3% del capital de Ferrovial optaron por recibir las acciones nuevas; el resto prefirió el efectivo. Eso sí, los socios que aceptaron los títulos no verán diluida su participación, a diferencia de lo que ocurre en las entidades financieras.

La compañía, al tiempo que aprobó en su junta del pasado 26 de junio la utilización por primera vez del scrip dividend, dio luz verde también un programa de acciones propias, que no solo neutralizará el efecto de la ampliación liberada, sino que irá más allá. Así, Ferrovial podrá comprar un total de 25,7 millones de acciones propias (el 3,5% del capital) por un máximo de 350 millones de euros. Después, destruirá esas acciones (las amortizará), de manera que subirá el peso de los socios y aumentará el beneficio por acción.

En resumen, el efecto negativo del scrip dividend es un aumento del número de acciones, y por tanto una dilución, lo que no gustaba a los accionistas institucionales; ahora se esterilizará ese aumento de acciones, comprando autocartera y amortizándola. Ferrovial, y también Repsol, ACS e Iberdrola así lo harán.

Ferrovial, además, ha efectuado sus primeras compras en un momento de mercado complicado, lo que ha podido tener como efecto colateral un aumento de la liquidez de la acción en momentos donde han arreciado las órdenes de venta. Desde el cierre del 30 de julio, el grupo se ha dejado en Bolsa en torno a un 10%.

Estrategia fiscal

La estrategia de emitir acciones puede resultar contradictoria: ¿emitir acciones nuevas para después recomprarlas? Los expertos consultados consideran que tiene lógica desde los puntos de vista de la empresa –que sin llegar a comprometerse a dar el dividendo en efectivo sí recupera la esencia de la remuneración en cash– y también del accionista.

“La razón de utilizarlo conjuntamente es que, por un lado, mantienen la opción de cobrar en acciones, que es atractivo para los accionistas particulares desde el punto de vista fiscal”, señala Víctor Peiró, director de análisis de Beka Finance. Tanto si se reciben acciones gratis como si se venden los derechos en el mercado, la tributación se aplaza hasta el momento de venta de los títulos. Es más, a partir de 2015 se elimina la exención de tributar por los primeros 1.500 euros cobrados en dividendos.

Si se adquirieron las acciones a 10 euros y se venden los derechos a 0,1 euros, en el momento de deshacerse de las acciones las plusvalías se calcularán sobre un precio de compra de 9,9 euros (10-0,1 euros). Si se reciben acciones nuevas y un inversor destinó 1.000 euros a comprar 100 acciones y recibe 10 títulos nuevos, bajará su precio medio de compra desde 10 euros (1.000 euros/100 acciones), hasta 9,09 euros (1.000 euros/110 acciones).

 

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