Cinco claves básicas de ahorro

Lo ideal es llegar a un punto en el que a fin de mes la cuenta tenga una cantidad de dinero ahorrada, por pequeña que sea. Los gastos diarios son muchos y de lo más variados, por lo que encontrar el modo de ahorrar en cualquiera de estos gastos (comunes y extraordinarios) es un buen hábito y además recomendable, teniendo en cuenta que la tasa de ahorro de los hogares en el primer trimestre de 2014 fue negativa (-1,9%). Se trata de aprovechar al máximo los productos financieros que existen, adquirir hábitos de compra beneficiosos y ajustar siempre cada gasto a cada necesidad. En este sentido, a continuación se hace una propuesta de 5 claves enfocadas para el ahorro.

1. Utilizar productos de ahorro adecuados

Las entidades financieras ponen a disposición de los clientes una serie de productos destinados al ahorro o bien a la inversión. Depósitos, cuentas remuneradas, seguros de ahorro, fondos de inversión… varios tipos de producto para distintos perfiles. Por eso es importante que el producto en cuestión se adapte a la persona en cuestión y no al revés. Es decir, entendidos como productos a servicio del consumidor y no al contrario. Contratar aquellos productos que ofrezcan altas rentabilidades con las mejores condiciones y que no lleven aparejadas comisiones es un buen comienzo, como por ejemplo con la Cuenta Naranja de ING Direct, sin comisiones y con una rentabilidad del 2,00% durante 3 meses y del 1,00% los siguientes.

2. Organizarse

La planificación lo es todo. Plantear qué es lo que se necesita exactamente, Por ejemplo en la compra de alimentación, establecer una lista de la compra cerrada y ejecutarla a la perfección hará que el proceso de compra no se dilate ni acabe en compras de artículos innecesarios, lo que incrementaría el precio final.

En cualquier otro tipo de compras (telecomunicaciones, informática, automoción, viajes…) es preciso tener muy claro cuáles son las características que debe tener el artículo en cuestión para que cubran así las necesidades reales, ya sea una compra grande o pequeña.

3. Evitar compras compulsivas

A colación de la clave anterior, las compras impulsivas pueden llegar a ser un duro enemigo del ahorro. Las nuevas tecnologías (smartphones) e Internet han fomentado el comercio y también las compras impulsivas. Según el informe “La Sociedad de la Información en España 2013” llevado a cabo por la Fundación Telefónica, el 81% de las compras que se realizaron con el teléfono móvil no estaban planificadas, sino que se produjeron de forma espontánea. Evitar este tipo de compras puede ser una forma de ahorro, es importante pensar y meditar si realmente se necesita lo que se va a comprar.

4. Aprovechar ofertas y descuentos

Otra forma para reducir la cantidad que finalmente aparece reflejada en el ticket es estar pendientes de las ofertas y/o descuentos que puede haber sobre el artículo deseado. Analizar por ejemplo los 2x1 o los 3x2 en artículos, o los descuentos con un determinado porcentaje. Además contar con una tarjeta que devuelva un porcentaje de las compras también es una forma de economizar los gastos, como con la tarjeta Visa Barclaycard que devuelve el 1% de las compras o la tarjeta Obsidiana que devuelve el 5% durante el primer año y un 3% los siguientes.

5. No descartar las compras online

Canales de compra hay varios, y uno de los que más está creciendo es la compra online. Es frecuente que las tiendas online sean capaces de ofrecer precios y ofertas que pueden mejorar las de los establecimientos más tradicionales. Es una forma cómoda de compra, sin desplazamientos (con el ahorro que ello conlleva) con tan solo un punto de conexión a Internet. Además hay páginas web dedicadas exclusivamente a ofrecer descuentos en cualquier ámbito, desde en alimentación hasta ocio.

No se trata de encontrar una fórmula mágica para el ahorro, sino de asimilar unos hábitos y conseguir así que la cuenta corriente acabe lo más saludable posible.