BBVA da el salto con Catalunya Banc en una operación redonda
Al final no hay recuperación de ayudas. El Estado da por perdidos más de 12.000 millones de euros en Catalunya Banc tras su venta a BBVA, banco que presentó la mejor oferta. Con esta operación BBVA pasa a ser el primer banco de España por créditos y recursos gestionados. Estima que Catalunya Banc le aporte al beneficio 300 millones a partir de 2018.
Lo mejor para todo es operar con un bajo perfil”. Esta es una premisa que BBVA se ha aplicado en esta y otras operaciones que ha realizado en los últimos años, y es una seña de identidad que repiten sus directivos. Yes lo que ha pasado con la adjudicación de Catalunya Banc el lunes por parte del FROB. “Ha ganado el banco que menos se esperaba. El mercado no contemplaba que BBVA estuviera verdaderamente interesado. Ha demostrado que sabe jugar bien al póquer”. Esta es la declaración de un importante ejecutivo de la banca española, realizada minutos después de que el banco que preside Francisco González ganase la subasta por Catalunya Banc (que opera bajo la marca de CX). La operación llevada a cabo por BBVA es considerada por casi todos los expertos consultados de “buenísima. De libro, y solo realizada si tu rival cree que no vas en serio”. El banco pagará 1.187 millones por CX en un abono, aunque ahora solo están “seguros” –según el propio FROB– 920 millones, puesto que 267 millones quedan pendientes de una consulta a las autoridades fiscales sobre unos 400 millones de activos fiscales diferidos (DTA) ligados a Sareb y que reclama BBVA. Solo si la respuesta es afirmativa el precio final será de 1.187 millones. El Estado, sin embargo, ingresará como mucho 783 millones, ya que es el propietario del 66% de Catalunya Banc, pero podría quedarse en unos 660 millones si se ejecutan todas las garantías concedidas a la operación.
Este precio, el mejor de las tres ofertas presentadas –BBVA, La Caixa y Santander– supone para el Estado reconocer ya unas pérdidas definitivas de entre 12.848 millones de euros y los 12.063 millones por las ayudas concedidas a la firma catalana. En estas cifras se incluye ya el precio pagado por el banco que preside Francisco González y las garantías adicionales que el FROB aportará a esta operación de venta y cuyo valor razonable estima en 185 millones (a las que hay que sumar 100 millones que se han ofrecido para cubrir la operación de venta de la cartera de hipotecas a Blackstone y 572 millones como bonos), aunque también reconoce que “como máximo estas garantías pueden ascender a 531,3 millones de euros".
El destino de estos avales es cubrir las contingencias derivadas de las participaciones preferentes, cláusulas suelo –que BBVA eliminará para las hipotecas de CX, como lo ha hecho ya en el banco– y swaps, y de una eventual ruptura del acuerdo en bancaseguros con Mapfre –unos 140 millones de mínimo y 320 millones de máximo–. BBVA cubrirá el 15% del coste de esta ruptura.
Pero el precio que abonará BBVA por la operación, al final hace que en esta ocasión el efecto para el contribuyente de las nuevas aportaciones casi nulo para el contribuyente.
BBVA explicó ayer que la compra de Catalunya Banc contribuirá al beneficio neto atribuido del grupo con un promedio de 300 millones de euros al año a partir de 2018. La operación generará 1.200 millones de euros en sinergias para el banco. BBVA ya ha provisionado 450 millones de euros para cubrir el coste de la reestructuración que supondrá la integración de la firma catalana en esa entidad. El 80% de esa cantidad se aplicará durante el primer año, explicó el director de Estrategia y Finanzas del banco, Jaime Sáenz de Tejada. El ejecutivo, no obstante, no desglosó cuanto se destinará a cerrar más oficinas o reducir la plantilla de CX.
Hay que tener en cuenta que BBVA ya adquirió en 2012 otra excaja de ahorros nacionalizada, Unnim, con lo que las duplicidades de redes se dan por seguras. Catalunya Banc cuenta con 1,5 millones de clientes en Cataluña y 770 oficinas en España, de las que 715 están en Cataluña, y de ellas el 80% están en Barcelona. De ahí que se espera que el mayor recorte podría producirse en la provincia, aunque Cristina de Parias, directora de España y Portugal, matizó ayer que Barcelona “es la provincia que tiene mayor potencial de crecimiento”. Y explicó que el banco diseñará oficinas de mayor tamaño, lo que dará cabida a una parte de la plantilla que salga de las oficinas que se cierren, lo que mitigará el impacto.
Los activos de Catalunya Banc ascienden a 63.000 millones. De ellos, 28.000 millones son créditos brutos. Su dudosidad está cercana al 14%. La cuota de mercado que tendrá BBVA en Cataluña será del 24,9%, el doble que la actual, y en España supera el 14%, y se coloca “como líder” en el país. En créditos y recursos gestionados BBVA se coloca el primero de España con una cuota del 16,1% y del 15,2%, respectivamente. La operación está pendiente de las autorizaciones de Bruselas, que se esperan para finales de este año. Así, la compra podría cerrarse en el primer trimestre de 2015. BBVA ha presentado su plan de negocio que debe ser autorizado también por los supervisores, en el que se incluyen los nuevos ajustes y el negocio que potenciará. CX ha recibido en ayudas públicas unos 14.000 euros, según Bruselas.
Para el presidente de BBVA, Francisco González, la compra de Catalunya Banc demuestra “una vez más, la gran confianza en la recuperación de la economía española”; la operación es “buena para BBVA, para Catalunya Banc y también para reforzar el sistema financiero español”. El banquero ha hecho hincapié en que el banco ha seguido invirtiendo en España “antes, durante y después de la crisis”, particularmente en Cataluña. “Es la segunda operación que hacemos en Cataluña en los últimos tres años”, destacó. González ha recordado que Cataluña representa el 19% del PIB español y el 25% de sus exportaciones, por lo que entiende que las cifras “hablan por sí mismas”. “Es un gran mercado y va a reforzar el liderazgo de BBVA en España”, concluyó. Los sindicatos de Catalunya Banc valoran positivamente la adjudicación de la entidad a BBVA, aunque piden al comprador que lleve a cabo la integración de forma negociada, priorizando el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales de la plantilla.