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Solo el 2% de los 22 millones de turismos que circulan en España incorpora alguno de estos sistemas

Cuatro tecnologías que pueden salvarle la vida

El 96% de conductores españoles desconoce dispositivos de seguridad preventiva como el frenado automático de emergencia o el detector de fatiga.

Frenado de emergencia autónomo, en este caso de Bosch, que actúa ante el riesgo de colisión.
Frenado de emergencia autónomo, en este caso de Bosch, que actúa ante el riesgo de colisión.

Si va a comprarse un coche nuevo, no se fije solo en la belleza de sus curvas o la potencia del motor. Pregunte también si trae frenada automática de emergencia. Podría salvarle la vida.

A los expertos en seguridad vial les gustaría que cada vez más compradores mostraran interés por sistemas de este tipo cuando visitan los concesionarios, ya que su popularización ayudaría notablemente a reducir los accidentes en carretera.

Pero la realidad es diferente. A pesar de que podrían evitar más del 22% de los accidentes mortales que se producen en España y salvar la vida de 420 personas cada año, la gran mayoría de conductores españoles no conoce las tecnologías de seguridad preventiva, según un estudio de la Fundación Línea Directa presentado la semana pasada en Madrid.

“Estamos hablando de dispositivos electrónicos que ante la inminencia de un accidente emiten una alerta o toman acciones correctivas, actuando incluso de manera autónoma”, explica Francisco Valencia, director general de la fundación.

Podrían evitar el 22% de los accidentes mortales que ocurren en España

Desarrollados en los últimos 10 años, estos equipos se diferencian de sus predecesores, como el cinturón de seguridad o el airbag, en que previenen los choques y actúan por su cuenta, mientras que los primeros dependen de la acción del conductor y en la mayoría de casos, sirven únicamente para minimizar los daños luego de producido el siniestro.

El estudio, realizado en colaboración con el instituto de investigación Centro Zaragoza, preguntó por los cuatro sistemas de seguridad preventiva más eficaces en la reducción de accidentes: AEB (siglas en inglés de frenado de emergencia autónomo), LKA (ayuda al mantenimiento del carril), DDD (detección de fatiga) y BSM (monitorización de ángulos muertos).

El 96% de los conductores no conoce ninguna de estas tecnologías por sus siglas y la mitad tampoco sabe si su coche cuenta con alguna de ellas.

“Quizás el problema radica en la proliferación de siglas en el mundo del automóvil, que generan gran confusión, ya que incluso un mismo sistema recibe diferentes siglas dependiendo de la marca”, comenta Lorenzo Jiménez, responsable de marketing de Bosch.

Detección de fatiga a partir de señales acústicas y visuales.
Detección de fatiga a partir de señales acústicas y visuales.

Por ejemplo, cuando en 1995 Bosch y Mercedes introdujeron el control de estabilidad para evitar derrapes, lo llamaron ESP. Posteriormente, otros fabricantes lo han comercializado como ESC, VDC, VSC, DSC o VSA.

“Entiendo que las marcas busquen una diferenciación, pero también creo que esto no hace sino aumentar la confusión del comprador. Al conductor le debemos hablar en un lenguaje que entienda, no en siglas. Y aquí los concesionarios juegan un papel muy importante, ya que es donde el comprador acude mayoritariamente para informarse”, dice Jiménez.

Además del desconocimiento, una de las barreras de entrada es la percepción de que se trata de dispositivos caros y que solo están disponibles en vehículos de gama alta. Pero según el estudio, estos sistemas son cada vez más asequibles.

El detector de fatiga, por ejemplo, está presente en el 23% de la oferta de turismos disponible y puede encontrarse en el mercado a partir de 45 euros.

“La industria ha hecho importantes esfuerzos para bajar costes. Los coches de hoy no son más caros que los de hace unos años y, sin embargo, su equipamiento ha aumentado considerablemente”, corrobora Jiménez.

Pese a su abaratamiento, solo el 2% de los 22 millones de turismos que circulan en España incorpora alguno de estos dispositivos, situación que los expertos achacan al envejecimiento del parque automovilístico.

“Estas tecnologías son relativamente nuevas y la antigüedad media del parque supera ya los 11 años. Por eso, medidas que incentiven la renovación de vehículos, como los planes PIVE y PIMA, son fundamentales para aumentar las cuotas de penetración”, sostiene Jiménez.

En ese sentido, la fundación creyó oportuno publicar el estudio en julio porque se trata de un mes caliente para la venta de coches.

Monitorización de ángulos muertos.
Monitorización de ángulos muertos.

Glosario de los asistentes de conducción más eficaces

Los cuatro equipos en los que se centra el estudio empezaron a fabricarse en 2005 y pertenecen a la tercera generación de sistemas de seguridad desarrollada por la industria. A diferencia de sus predecesores, actúan de manera preventiva.

El AEB aplica los frenos de manera automática ante el riesgo de colisión. El 16% de los coches vendidos en 2013 ofrecía este sistema.

El LKA reconoce las líneas del carril por el que circula el coche y, en caso de que la trayectoria se desvíe, avisa mediante vibración en el volante. Si aun así el conductor no corrige la dirección, el coche lo hace con un pequeño giro en el timón. Estaba en el 40% de los coches vendidos el año pasado y la UE valora hacerlo obligatorio a partir de 2016.

El DDD avisa al conductor si detecta cansancio mediante señales acústicas y visuales. Si este no reacciona, detiene el coche. Está en el 23% de los turismos.

Por último, el BSM informa con una señal luminosa de la presencia de vehículos en las zonas que quedan fuera del alcance visual de los espejos retrovisores. Está disponible ya en el 29% de los coches.

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