Robots para automatizar las industrias
Órbita Ingeniería se ha hecho un hueco en un sector ávido de nuevas ideas. Ahora compite con grandes compañías y aporta futuro e innovación a la fabricación de productos.
El tejido industrial de nuestro país tiene mucho que agradecer a las empresas de ingeniería que hacen mejorar y dotan de la tecnología necesaria a las fábricas. Sin ellas, los procesos de fabricación aún estarían anclados unas cuantas décadas atrás y no podríamos hablar ni de progreso ni de competitividad.
Bajo esta premisa, desde Massanassa (Valencia) y con apenas siete años de vida, Órbita da un paso más y acerca un entorno que suena futurista a casi todos los sectores. Esto es fruto de la experiencia de cuatro ingenieros que en 2006 asumieron el reto de desarrollar visión artificial y robots para acercarlos a la industria, y crearon lo que hoy es Órbita Ingeniería.
Su punto fuerte es el control de los procesos industriales, principalmente en lo referente a la automatización de la producción, el control de calidad y la gestión de los productos terminados.
José García, director económico y financiero de Órbita, indica que la industria automovilística, la alimentaria y de consumo, el sector del agua y el marítimo en puertos y terminales de contenedores son sus principales clientes.
Desarrolla proyectos para puertos, consumo y fábricas de coches
“Estábamos convencidos de que era posible otro modelo de negocio en el sector de la ingeniería industrial, por ello dedicamos especial atención a la selección y formación del equipo y al posicionamiento en el mercado”, recuerda el director. Pero como casi siempre, los comienzos no son fáciles.
García explica cómo “la mayor dificultad no vino nunca de algún problema financiero, sino de factores históricos”. En un sector tan tradicional, costó organizar la planificación estratégica, primero, y gestionar el crecimiento de la compañía, después.
El consejo de administración y el equipo directivo de Órbita Ingeniería dedica casi todo su tiempo y recursos a intentar visualizar las futuras tendencias de la industria y las necesidades de los clientes, tanto los actuales como potenciales. Se trabaja siempre con la mirada puesta en el futuro, “motivo por el cual la empresa está en continua evolución y adaptación al mercado”, apunta el director.
Capear el temporal
En 2008, con el comienzo de la crisis, la situación de la empresa era buena económicamente y sus perspectivas también. Y todo, a pesar de que la incertidumbre comenzaba a paralizar el mercado por aquel entonces.
“La disyuntiva era clara. O frenábamos, con una estrategia conservadora y manteníamos la empresa estable hasta que pasara lo peor, o invertíamos adelantándonos a futuras necesidades del mercado”, recuerda el directivo.
Se optó por lo segundo y decidieron invertir en dos medidas. La primera de ellas fue buscar un campo tecnológico con valor añadido que proporcionase una diferencia respecto a la competencia. Esta fue la visión artificial. “Se contrató a personal con experiencia, realizamos formación de ingenieros e invertimos en proyectos de I+D+i con nuestros clientes para ganar experiencia, de forma que hoy en día somos expertos en este campo”, explica.
La segunda de las inversiones fue crear un programa de coaching a dos años vista. El primer año estuvo dirigido a directores y mandos intermedios y el segundo, a mandos intermedios e ingenieros. García asevera que “el objetivo era reforzar la cultura de la empresa, unificar estilos de dirección y asegurar la difusión de los valores fundacionales de Órbita”. En definitiva, fortalecer la empresa de cara a un potencial crecimiento y a la salida de la crisis.
Actualmente, son varias sus líneas de negocio, dependiendo del sector para el que trabajen. Para la industria del automóvil “realizamos automatización de líneas de producción, transporte continuo, almacenes automatizados, etc.”, explica Francisco Grau, director de negocio. En la fabricación de bienes de consumo apuestan por el control de calidad mediante visión artificial, otro de sus puntos fuertes.
Destacan también en el sector logístico, donde Órbita ha desarrollado una línea de productos que mejoran los trabajos realizados en los puertos y terminales de contenedores. Para Grau, “forma parte de la estrategia de internacionalización de la empresa, ya que esta área está teniendo muy buena acogida en otros países”.
Compromiso
“Aportamos a nuestros clientes experiencia en campos tecnológicos y eso nos compromete con ellos”, afirma el director de negocio. Tanto es así que, desde Órbita, reafirman su reputación “en base al éxito conseguido en los proyectos realizados”.
El cliente tipo de la compañía responde a un perfil claro: “Empresa industrial, de tamaño que varía de mediano a grande, con departamentos de ingeniería internos competentes y con capacidad media o alta para debatir sobre las soluciones y propuestas”, describe José García.
Pero en Órbita se sienten cómodos trabajando casi con cualquier tipo de firma que vea en la tecnología la gran oportunidad de mejora de su negocio. “También llevamos de la mano a clientes que, por diferentes motivos, no tienen interés en tener departamentos propios”, concluye.
Eso sí. Las importantes inversiones que suponen los proyectos que desarrollan incitan a Órbita a tener una colaboración constante con sus clientes, así como a la optimización de los resultados, ajustando tiempo y dinero al máximo.
Mucho más que números, personas
Siete personas en una estrecha oficina. Apenas 100 metros cuadrados en un parque empresarial a las afueras de Valencia. Corría 2006 y eran los inicios de la empresa.
Hoy, Órbita Ingeniería cuenta con un importante peso en un sector tradicional y de difícil acceso en nuestro país. Actualmente tiene más de 100 trabajadores (de los cuales el 75% son ingenieros), una sede de trabajo en Madrid y tres más en Valencia.
Destacan los más de 3.000 m2 del centro de fabricación donde diseñan, desarrollan y ejecutan proyectos para toda España. Allí también se atiende a clientes de países de Europa y América. Además, mantienen acuerdos de colaboración con fabricantes de la talla de Siemens.
Datos básicos
EmpleosDe los apenas 40 empleados de 2010 a los 120 de este año. Así ha cambiado Órbita en plena crisis. Desde su creación se han centrado en la búsqueda de personal cualificado que aporte valor añadido a la empresa. Además, los fundadores y propietarios están integrados en el organigrama de la empresa.
I+D+i“La innovación es algo imprescindible”, aseguran. La empresa cuenta con un equipo de I+D+i que, en coordinación con las distintas áreas de negocio y con los propios clientes, analiza las demandas del mercado. Ello ha hecho posible el desarrollo de productos y ha facilitado la expansión a nuevos sectores.
CDTILa colaboración del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) ha resultado fundamental en el desarrollo de la I+D. “Siempre hemos dependido de recursos propios y nuestra capacidad, en ocasiones, ha estado limitada. Sin ellos, no podríamos haber arrancado”, señalan.
FacturaciónLas ventas han crecido de manera progresiva en los últimos cuatro años. La empresa prevé que este año alcanzará los 10 millones de euros. En ese mismo periodo, la inversión anual se ha duplicado hasta los 230.000 euros. Además, esperan cerrar el año con cerca de 300 proyectos realizados.
TalleresNo todo es trabajo de oficina y estudio. Órbita Ingeniería dispone de tres talleres auxiliares propios, uno eléctrico, otro mecánico y un tercero específico para la realización de trabajos en acero inoxidable. Estos anexos aportan flexibilidad a la empresa a la hora de ejecutar los proyectos y evitan sobrecostes.