_
_
_
_
La agrupación musical de la petrolera acaba de cumplir 10 años

El Coro Repsol entona los valores de la compañía

Antonio Brufau, presidente de Repsol, posa junto al Coro Repsol, tras la reciente gala de verano de la agrupación musical de la compañía.
Antonio Brufau, presidente de Repsol, posa junto al Coro Repsol, tras la reciente gala de verano de la agrupación musical de la compañía.
Rafael Durán Fernández

¿Quieres saber cómo canta el pez? La intrigante pregunta fue el reclamo que utilizó Alberto Vilches, empleado de Repsol ya jubilado, para atraer a sus compañeros en la empresa, que fueran aficionados como él a la música, a una audición y tantear la posibilidad de organizar un coro, una idea que le venía rondando desde hacía tiempo. No hacían falta conocimientos musicales, solo afición y ganas de trabajar juntos.

Corría la primavera de 2003 y a la convocatoria acudieron un grupo de personas, “pocas al principio, pero nunca fuimos menos de 20”, recuerda Dolores Serrano, Lola, contralto, integrante del coro desde su creación. Fue el germen de lo que hoy es el Coro Repsol. En diciembre de ese mismo año dieron su primer concierto, de villancicos. “Fue tal el impacto que tuvimos que repetir la actuación porque el aforo del auditorio [en el edificio de Repsol en el paseo de la Castellana de Madrid] era muy pequeñito”, evoca Lola. La repercusión de aquella primera actuación animó a más compañeros a unirse al grupo.

Hoy, 11 años después, el coro lo componen 40 personas, de todo tipo de nacionalidades. “El coro refleja la filosofía de la compañía, es un nexo de unión de personas de distintas nacionalidades e integradora de personas con discapacidad”, señala Mónica Santafé, soprano, e integrante del coro también desde su comienzo. “Todos pertenecemos al grupo Repsol pero venimos de distintas sociedades, petróleo, comercial, etc. Al final, en el coro es donde se ve realmente que somos un grupo, se rompen esas barreras. El coro nos da una actividad transversal integradora”.

APOYO DE LA DIRECCIÓN

El coro recibió el apoyo de la dirección de Repsol desde el primer momento, y muy especialmente el de su presidente, Antonio Brufau. Fue él quien les animó a grabar un disco. “Para nosotros fue una gran ilusión. Trabajamos con un estudio profesional durante una semana, de la mañana a la noche. Fue bastante duro, pero fue una experiencia también muy bonita”, comenta Lola.

“Nosotros tenemos en la empresa una política muy clara y muy nuestra: la persona es al final lo más importante. La empresa somos nosotros, la gente que hacemos la empresa cada día. Por eso, cuando surgió el coro, desde la compañía se facilitó que tuviera capacidad de ensayo, que creciera…”, resalta Cristina Sanz, directora de recursos humanos de Repsol. “El coro engancha de forma natural con la compañía, porque comparte valores como el trabajo en equipo, el compartir, integrar a personas con independencia de la jerarquía que tenga”.

Con el tiempo, el coro ha crecido en número y en experiencia, a la que ha contribuido su actual director, Nicolás Oviedo, que llegó cuando Alberto Vilches se jubiló. El proyecto había calado hondo en la compañía y el coro necesitaba un impulso con un director profesional. Oviedo estaba haciendo un proyecto de doctorado en la universidad y el coro le sirvió para sus prácticas.

El coro tiene establecidos dos ensayos semanales, los martes y jueves, a lo largo del año. “Ensayamos a la hora de comer, de dos y cuarto a tres y media. Esos días comemos un sándwich rápido y vuelta al trabajo”, señala Mónica Santafé. El coro se atreve hoy con todo tipo de estilos y ritmos: salsa, góspel, tango, música medieval, villancicos, habaneras… hasta versiones de temas del pop y el rock, U2 entre ellos. Y lo hacen en multitud de idiomas, “o pretendemos hacerlo”, apunta Mónica: euskera, catalán, gallego, inglés, francés…

El coro tiene dos conciertos fijos en el programa a lo largo del año, ya tradicionales, el de Navidad y el de primavera-verano, que ahora realizan en el campus de Repsol en Madrid. Además, desde sus comienzos han actuado en los complejos industriales que la compañía tiene diseminados por toda España. “El primero fue en Puertollano y el último ha sido el de Bilbao. Solo nos queda el de La Coruña”, apunta Lola. Hoy suman entre 85 y 90 actuaciones al año. Y lo hacen en colegios, residencias, centros de educación especial, siempre en fines de semana y siempre gratis. También participan en dos o tres encuentros de agrupaciones corales al año. 

NUEVA ETAPA

El coro ha editado un nuevo disco conmemorativo de su décimo aniversario, compuesto por grabaciones realizadas en distintas iglesias en las que ha actuado. Ese aniversario ha conducido al coro a una nueva etapa. La magnitud que ha alcanzado a obligado a crear una junta, integrada por ocho personas, que se ocupa de coordinar actuaciones, de las cuestiones de presupuesto y cuestiones colaterales a la principal función del coro, cantar. A esta nueva etapa también han contribuido las nuevas tecnologías, el correo electrónico ha dejado paso al Whatsapp y a otras herramientas tecnológicas que facilitan el trabajo.

Y un paso definitivo de esta nueva etapa es la introducción de instrumentistas. "Pensamos que con 4.000 personas ahora en el campus Repsol seguro que seríamos capaces de encontrar a gente que supiera tocar. Lo estamos consiguiendo", asegura Cristina Sanz. El concierto con motivo del 10 aniversario, en diciembre pasado, se hizo ya con orquesta, que tuvimos que completar con alumnos de la universidad. El objetivo es que la orquesta esté integrada por trabajadores de la compañía.

Sobre la firma

Rafael Durán Fernández
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

_
_