Los lobistas españoles pierden contactos en la Eurocámara
Hoy se constituyen en Bruselas las 20 comisiones y dos subcomisiones del nuevo Parlamento Europeo y cada una de ellas elegirá su presidencia y los cuatro miembros de su vicepresidencia. Se trata de una jornada clave para los miles de lobistas que operan en la capital europea: como cada cinco años, deberán poner al día sus agendas. Pero esta vez lo tendrán más difícil que nunca.
La debacle de los partidos tradicionales en las elecciones al Parlamento Europeo, la elevada tasa de renovación entre los parlamentarios (uno de cada dos es nuevo) y la llegada de grupos reacios a mantener contactos con los lobistas pone en un brete a los llamados “grupos de interés”, término que define enBruselas a los cientos de patronales, empresas, agentes sociales y ONGs que mantienen contactos con los europarlamentarios sobre las materias legislativas que les atañen.
Muchos de esos lobistas han perdido los contactos forjados durante años en la Eurocámara y a partir de hoy deberán lidiar con rostros desconocidos,
Para los lobistas españoles, la tarea será especialmente dura. Primero, porque la tasa de renovación entre los eurodiputados españoles es del 57%, siete puntos por encima de la media europea. Y en segundo lugar, la pérdida de escaños que han sufrido los dos grandes partidos (el PP ha pasado de 24 a 17 y el PSOE de 23 a 14) ha dejado a los eurodiputados españoles con escasa presencia en las comisiones clave desde el punto de vista económico.
“Ya teníamos poco peso y ahora aún menos”, lamenta un lobista español del sector financiero. La misma fuente se asombra de la aparente facilidad con la que eurodiputados de países como Italia o Polonia esperan hacerse hoy con el control de varias comisiones. Sin contar, por supuesto, a los alemanes, que desde diferentes partidos esperan quedarse con comisiones esenciales para Berlín: Exteriores y Control Presupuestario, para el PPE; Comercio Internacional, Socialistas; y Empleo y Asuntos Sociales, Izquierda Unitaria.
Los eurodiputados españoles, en cambio, han perdido influencia en sus respectivos grupos tras las elecciones del 25 de mayo. Y se nota.
En una comisión tan crucial como la de Asuntos Económicos y Financieros, que se ocupa, entre otras cosas, de la aplicación del Pacto de Estabilidad y de la relación con el BCE, solo habrá tres españoles (el popular Pablo Zalba; el socialista Jonás Fernández, y el verde Ernest Urtasun ) frente a ocho alemanes, siete británicos, cinco italianos, cinco belgas, cuatro franceses, cuatro polacos, cuatro griegos....
La comisión se ha ampliado de 50 a 61 miembros, pero aun así los españoles no han aumentado su presencia. Y el PP ha perdido la vicepresidencia que tenía (ocupada por Zalba) en una comisión presidida a partir de hoy por un socialista italiano.
En la de Mercado Interior, encargada, entre otras cosas, de la legislación que permite la libre circulación de capitales y servicios, solo se sentarán Antonio López Istúriz, secretario general del PPE, y el socialista Sergio Gutiérrez.
La representación será más nutrida en la Comisión de Industria, Investigación y Energía, con seis eurodiputados españoles, entre ellos, la popular Pilar del Castillo, que en la pasada legislatura ya fue una pieza esencial en la regulación de las telecomunicaciones.
Fuentes del sector energético lamentan, sin embargo, la pérdida en esa comisión de Alejo Vidal-Quadras (PP), mientras que el sector financiero echará de menos en la comisión de Economía al socialista Antolín Sánchez Presedo o al convergente Ramón Tremosa.
“Los principales partidos deberían plantear una estrategia conjunta para mejorar su presencia en las comisiones más relevantes”, señala un lobista español. Otro, con muchos años de experiencia en la capital europea, considera que la nacionalidad del eurodiputado solo es uno de los factores a tener en cuenta. “Se puede trabajar bien con eurodiputados de cualquier nacionalidad”, señala ese lobista.
El color político de los eurodiputados es otra variable que puede influir en la relación entre eurodiputados y lobistas. En la nueva legislatura, los grupos de izquierda ocuparán la presidencia de la comisión de Economía y la de Empleo; y los Verdes, la de Transporte.
“Lo importante”, dice un veterano lobista, “es que los eurodiputados, con independencia de su filiación, tengan talante constructivo y dominen el tema”.. Y señala como ejemplo al luxemburgués Claude Turmes, un eurodiputado verde muy beligerante en temas energéticos, pero cuya opinión es muy tenida en cuenta por eléctricas y gasistas.
La incógnita de esta legislatura, coinciden los lobistas consultados, son los nuevos diputados, en particular los cinco eurodiputados de Podemos, una formación que ha criticado la facilidad con la que los lobistas se mueven por los pasillos del Parlamento. Así que otra puerta a la que no será tan fácil llamar a partir de hoy.
El Tribunal de la UE llama a Barroso a declarar
Lo nunca visto. Ni oído. El Tribunal de Justicia de la UE llamará hoy a declarar como testigo al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. El portugués dará su versión sobre uno de los episodios más estrambóticos de su mandato: la presunta dimisión del maltés John Dalli como comisario europeo de Salud y Consumidores. El caso no sería objeto de juicio si no fuera porque Dalli asegura que nunca dimitió. Y pide a los jueces europeos que anulen “la supuesta decisión oral de Barroso por la que este le habría exigido su dimisión” y que le concedan una indemnización por los perjuicios sufridos.
La extraña escena que ahora se juzga ocurrió el 16 de octubre de 2012. Aquel día, Barroso comunicó a Dalli que un informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) acusaba al comisario de haber pedido dinero a una tabacalera sueca a cambio de modificar un proyecto legislativo de la CE sobre consumo de tabaco. Barroso exigió a Dalli la dimisión. El excomisario, según su versión, se sintió tan acorralado que se comprometió verbalmente a dimitir... pero nunca llegó a hacerlo. Aun así, según Dalli, la CE precipitó los acontecimientos, con un comunicado de prensa, para que no pudiera dar marcha atrás. ¿Inverosímil? Los jueces dirán.
Juncker recompensará a los países con comisaria
El candidato oficial a presidir la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, comenzará hoy las negociaciones con los grupos políticos del Parlamento Europeo con vistas a su voto de investidura, que se ha adelantado 24 horas y tendrá lugar el 15 de julio. Juncker confía en obtener los 376 votos necesarios (de 751) gracias al apoyo de populares, socialistas y liberales. Pero al ex primer ministro luxemburgués le inquieta la falta de mujeres en su futura Comisión, cuya composición también debe ser ratificada por el Parlamento en octubre. Para evitar el desequilibrio de género, Juncker parece dispuesto a recompensar con carteras de peso a los países que opten por una comisaria.