El mercado del coche conectado moverá 39.000 millones en 2018
El mercado del coche conectado a la red generará en 2018 hasta 39.000 millones de euros frente a los 13.000 millones de 2012, lo que supone un crecimiento del 300%, según las previsiones de la consultora especializada en automoción SBD y el GSMA (Groupe Special Mobile Association).
Este dato, ofrecido ayer por la asociación española de empresas de la publicidad IAB Spain, se basa en que en los próximos cinco años se multiplicará por siete el número de coches nuevos que incorporarán de fábrica sistemas de conectividad.
Un impulso claro a estos sistemas vendrá por la ECall, la llamada automática al servicio de emergencias que realizará el vehículo en caso de accidente, y que la Unión Europea implantará a partir de 2015. Otro pilar para el crecimiento lo ofrecerá el fin del roaming europeo, que favorecerá la conexión en cualquier lugar.
El coche conectado ya es, de todos modos, una realidad. Hasta 24 marcas de coches ofrecen ya distintos servicios de conectividad en el automóvil, según el Primer Estudio de Coches Conectados, realizado por la asociación de empresas de la publicidad IAB Spain, Applicantes, Periodismo del Motor y Kaspersky Lab.
El problema para la difusión de estos sistemas actualmente es que se trata de un mercado muy fragmentado, con ocho sistemas diferentes de conexión, donde cada marca tiene su sistema operativo y donde existen múltiples opciones diferentes de aplicaciones, detallan desde IAB.
El estudio también destaca que estos servicios de conectividad no forman parte del equipamiento de serie de muchas de las marcas, que sólo son gratuitos durante tiempo limitado y que, en el campo de las aplicaciones, hay poca oferta de contenidos lúdicos y muchas posibilidades respecto de guías y utilidades. El informe destaca que más de un tercio de las aplicaciones son vía teléfono inteligente o smartphone.
Desde Kaspersky, resaltaron la importancia de la seguridad en estos vehículos conectados. Los riesgos que pueden sufrir los usuarios irán desde el robo de contraseñas, apertura de puertas, acceso a servicios remoto, localización del coche e incluso el control físico del vehículo”.