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Columna
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Multas con sabor xenófobo en EE UU

Estados Unidos impone sanciones con sabor xenófobo. Una nueva investigación sugiere que las empresas extranjeras como BNP Paribas pagan multas mayores y son declaradas culpables más a menudo que las compañías estadounidenses. Una razón puede ser que los fiscales se dirigen solo a los casos más graves en el extranjero. Pero las diferencias alimentan las sospechas de que los favoritismos.

El banco francés accedió el lunes a entregar casi 9.000 millones de dólares, a la vez que admitía las violaciones penales de las sanciones estadounidenses. Credit Suisse y una filial de UBS también se declararon culpables recientemente de evasión fiscal y de amañar tipos de intereses, respectivamente. JPMorgan, Bank of America y otros bancos estadounidenses han pagado miles de millones de dólares en multas, pero han, hasta ahora, eludido la responsabilidad penal.

Las instituciones europeas pueden sentirse justificadamente señaladas. Las multas penales de Estados Unidos desde 2001 hasta 2010 fueron alrededor de cinco veces superiores de media para las empresas extranjeras que para sus homólogas estadounidenses, según un estudio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia. Mientras alrededor del 40% de las empresas cotizadas estadounidenses acusadas de crímenes se declararon culpables, entre 2001 y 2012, más del 50% de las empresas extranjeras lo hicieron.

Las instituciones europeas pueden sentirse señaladas con razón, según un estudio

Los fiscales han tratado a las empresas estadounidenses con cautela tras sacar del negocio al icono de la contabilidad Arthur Andersen en 2002. Muchos presuntos malhechores quedan postergados a acuerdos de enjuiciamiento que suspenden los cargos criminales a cambio de reformas y multas. Incluso las empresas condenadas están blindadas.

El gobierno rehúye especialmente arremeter contra bancos estadounidenses. El nuevo estudio se suma a la sensación de que los fiscales del país se están quedando sin excusas. Si no ruedan más cabezas autóctonas, se arriesgan a dejar un sabor amargo en el extranjero.

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