El dominó de la reforma fiscal
El Gobierno detallará hoy a las comunidades autónomas su reforma fiscal, así como el efecto esperado sobre las finanzas regionales, en muchos casos en entredicho por la caída de fuentes de financiación. La bajada de las tarifas del IRPF aprobada por Hacienda tiene un efecto contractivo adicional en los ingresos de las arcas regionales, puesto que tienen cedida la mitad de la recaudación, y una considerable capacidad normativa sobre el 50% del impuesto. Hacienda cree que la bajada del IRPF no generará pérdida de ingresos por el efecto compensatorio del avance previsto en la actividad. También existe la posibilidad de poner nuevos instrumentos fiscales marginales en manos de las regiones, además de la de rescatar el impuesto de patrimonio, destinado a desaparecer en 2015, para garantizar el equilibrio de los números.
La nueva reforma tiene que ser argamasada con un nuevo modelo de financiación, en el que no será ajena la reivindicación política-financiera de la Generalitat de Cataluña, de tal guisa que la reducción agregada del déficit siga el camino marcado. Las regiones poseen menos instrumentos de defensa, y tienen bastante agotado el recurso al recorte de gasto tradicional. En todo caso, nunca está de más otro repaso al gasto no productivo, muy intenso en la estructura regional del Estado.