España debuta en Brasil con la atención de hasta 19 marcas
La espera ha sido larga. Después de casi tres semanas en las que los aficionados españoles al fútbol no han tenido un partido oficial que llevarse a los ojos, con permiso del partido inaugural de ayer, la selección española debuta por fin en el Mundial de Brasil. Y lo hace, por primera vez en su historia, con la responsabilidad de ser campeona del mundo. El encuentro con la Holanda de Louis Van Gaal (21:00-Telecinco) servirá como importante primer test para los jugadores de Vicente del Bosque, pero también para unos patrocinadores que durante este mes de competición estarán atentos al desempeño de la selección.
La sucesión de títulos que ha logrado el equipo nacional en los últimos seis años, con dos Eurocopas y el histórico Mundial de Sudáfrica, han elevado de manera considerable el caché de la marca “Selección Española”. En la actualidad, y pese a la restricción de los presupuestos de las empresas para patrocinios deportivos, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tiene suscritos acuerdos con casi una veintena de compañías, de diferentes sectores y procedencias, que le generaron casi 40 millones de euros en ingresos en el año 2012, último año reflejado en el Registro Mercantil.
Para algunas de ellas no será un torneo más. Patrocinadores principales como Iberdrola o Movistar, que pueden llegar a aportar en torno a cinco millones de euros anuales según indican fuentes del mercado, finalizan su vinculación con la RFEF el 31 de agosto de este año. La eléctrica comenzó su relación con el equipo nacional en noviembre de 2009, con un compromiso inicial de un año que se ha ido ampliando durante los siguientes, hasta convertirse a día de hoy en el principal patrocinador. Telefónica se asociaba por primera vez a la selección española en 2012.
Pelayo, uno de las marcas que más tiempo llevan vinculadas a la Federación, desde 2008, o Cepsa, también finalizan sus compromisos este verano. Sin embargo, esta es una práctica habitual de la Federación Española. En los últimos años, y con el cada vez mayor número de empresas que quieren acompañar a la selección, los contratos se han caracterizado por una duración corta y cuya expiración coincide con el final de los grandes torneos, ya sean Eurocopas o Mundiales. Nissan, de los últimos en incorporarse a esta particular familia, no renovará su contrato para concentrar su patrocinio a nivel futbolístico en la Liga de Campeones.
Compromiso
La RFEF se ha caracterizado en los últimos años por una política de estabilidad a nivel de patrocinio, dando prioridad a las marcas con mayor implicación en promover su marca. Pero no les ha salido gratis. Adidas mejoró “sustancialmente”su contrato con la Federación tras la victoria en el Mundial, como se indica en su cuenta de resultados. España vestirá con las rayas de la marca alemana hasta 2018, y las mismas fuentes del mercado cifran el contrato entre ambas partes en el entorno de los 40 millones de euros por cada temporada.
Uno de los patrocinadores más longevos es Cruzcampo. La cervecera es de las pocas compañías que ya estaban asociadas a la RFEF antes de la primera Eurocopa, la de 2008. Desde la marca, perteneciente al Grupo Heinekem, destacan la “pasión por conseguir éxitos, compañerismo, generosidad, ingenio, ilusión, amistad, y el disfrute” como los principales valores que les hacen seguir asociados a la selección española. Esta relación de siete años no solo le supone “un impacto a nivel de notoriedad de marca, también hay un enorme retorno emocional de asociación a un equipo que consigue triunfos deportivos y lo hace de un modo muy especial, con humildad, compañerismo, pasión, y lucha permanente”, y además, según la propia Cruzcampo, “permite que nuestros clientes incrementen sus ventas”. Los Xavi, Iniesta, Torres, Casillas, Villa o Ramos no solo han hecho historia en el deporte español. También son sinónimo de valores apetecibles para las marcas.