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Se suma a los 175 millones anunciados el viernes

Hacienda reserva otros 300 millones para el plan PIVE

Numerosos vehículos, en un atasco en la AP-7 en sentido sur, a la altura de Tarragona.
Numerosos vehículos, en un atasco en la AP-7 en sentido sur, a la altura de Tarragona. EFE

El Ejecutivo redobla su apuesta por el sector del automóvil. Apenas unas semanas después de haberse agotado el plan PIVE 5, dotado con 175 millones y destinado a la renovación de la flota automovilística, el Gobierno anunció el pasado viernes que habrá otro PIVE 6 que contará con una dotación presupuestaria similar a la de su antecesor. Lo que no contó en la presentación del plan es que además iba a disponer de otra partida de 300 millones que servirá para ir prorrogando de forma sucesiva las ayudas para la adquisición de vehículos. Este fondo estará incluido dentro del plan de crecimiento presentado por el Gobierno y se nutrirá fundamentalmente de fondos comunitarios.

Fuentes de Hacienda recalcaron que el plan cambiará de filosofía y que ahora ya no servirá para rejuvenecer el parque automovilístico, sino que la concesión de ayudas estará ligada a la adquisición de vehículos con bajas emisiones, poco contaminantes o que funcionen con tecnología híbrida. Hasta ahora los distintos planes PIVE que se han puesto en marcha han servido para generar una demanda adicional de 140.000 vehículos y unos ingresos impositivos de 500 millones de euros para las arcas públicas.

El dinero procederá de la partida de eficiencia energética incluida en el plan de reactivación económica diseñado por el Gobierno. De esa partida, dotada con 1.750 millones para los dos próximos años, es de dónde va a salir esos 300 millones.

Una noticia que fue muy bien valorada desde el sector del automóvil, pero que fue acogida con frialdad entre el turismo y la construcción. Los empresarios de ambos sectores siempre se han mostrado críticos con la preferencia del Ejecutivo por el sector del automóvil frente a las negativas reiteradas a nuevos planes de estímulo. Consciente del malestar que podía crear en esos sectores, el Gobierno ha tratado de reservar parte del dinero de Bruselas destinado a eficiencia energética para la edificación y otras actividades. Fuentes de Hacienda avanzaron ayer que de los 1.750 millones, 892 millones de los fondos europeos irán asignados a edificación, lo que supondrá una inyección muy importante para un sector que ha visto caer su actividad en picado en paralelo al desplome de las ventas y a la restricción del crédito.

Otros 828 millones irán destinados a actividades de eficiencia energética de las empresas. Es aquí donde probablemente estarán contabilizados los 300 millones pertenecientes a los próximos planes PIVE. Finalmente se ha reservado una partida de 30 millones para actuaciones de la Administración General del Estado.

La eficiencia energética es uno de los objetivos temáticos marcados dentro del Acuerdo de Asociación, el documento que deben realizar los estados miembros para adecuar los fondos comunitarios que reciban a los objetivos marcados desde Bruselas.

Entre los diez grandes objetivos, el cuarto trata de “favorecer el paso a una economía con bajas emisiones de carbono en todos los sectores”, el quinto es “promover la adaptación al cambio climático”, el sexto es “proteger el medio ambiente y promover la eficiencia en el uso de recursos” y el séptimo es promover un transporte sostenible y eliminar los estrangulamientos en las infraestructuras de red fundamentales.

“Tenemos que gastar de otra forma”

La información sobre los fondos que España recibirá de Bruselas y a que partidas los destinará está contenida dentro del Acuerdo de Asociación para los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos 2014-2020. Este documento, en el que trabajaron durante meses los técnicos del Ministerio de Hacienda, establece los capítulos a los que se pueden destinar estos fondos. Para esos siete años España recibirá 36.000 millones y, por primera vez las infraestructuras dejarán de ser el principal objetivo en favor de otros sectores.

“Las infraestructuras tienen un impacto muy fuerte sobre el crecimiento y el empleo. Pero el recorrido es finito, pero donde sí hay margen de mejora es en otras partidas en las que España tiene un gap con otros países vecinos”, subrayan fuentes de Hacienda.

Y entre ellas está el gasto en I+D, el crédito a las pequeñas y medianas empresas, la eficiencia energética, el tratamiento de aguas residuales, la conectividad digital o la formación continua de desempleados, que recibirán una parte muy importante de esos 36.000 millones.

El comercio ahorrará 200 millones

El comercio en España ahorrará más de 200 millones de euros anuales gracias a la rebaja de las comisiones por el pago con tarjetas, según los cálculos realizados por la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y la Confederación Española del Comercio (CEC).

Con esta medida, España será pionera en la aplicación del nuevo reglamento comunitario para las tasas de intercambio, que fija una comisión máxima del 0,3% para los pagos con tarjeta de crédito y del 0,2% para las operaciones con tarjeta de débito.

Actualmente, el pequeño comercio es el que soporta las tasas por el pago con tarjeta más elevadas, que se sitúa de media en el 0,74% del valor de la transacción para pagos con tarjeta de crédito y una comisión fija de 0,32 euros para las operaciones con tarjeta de débito.

El Parlamento Europeo ha avanzado que este ahorro de costes se traducirá en mejores precios para los consumidores. Anged y CEC destacan que también supondrá una medida de estímulo para la confianza y el consumo.

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