El último paso de los pequeños
Internet es la puerta para vender al mundo, y la 'nube' abarata hasta un 70% la digitalización de la empresa, la asignatura pendiente
Las empresas españolas más pequeñas mantienen su esfuerzo para adoptar tecnología, mientras luchan por sacar cabeza. La crisis ha mostrado la imposibilidad de vivir de la zona de influencia, e Internet es el camino más barato para abrir las puertas al exterior.
Unas deben vender en otros mercados, otras necesitan diversificar su oferta con nuevos productos o servicios, algunas requieren luchar en todos los frentes, y todas miran el cartel de “se cierra” en la puerta de quien se negó a dar el paso. Hacerlo significa automatizar los procesos de negocio, con ello se abaratan, y tener presencia en Internet para vender y atraer nuevos clientes. Hay tecnología para hacerlo, pero la mayoría desconoce la forma.
El caso de Sombrerería Albiñana es paradigmático. La nonagenaria tienda de Oviedo comercializa el 15% de su facturación con la venta de sombreros en su web en medio mundo. Luis Bobes, su dueño, inició el camino digital en 2008 para salvar el negocio. En diversos cursos sobre tecnología ha aprendido a poner el perfil de la sombrerería en ocho redes sociales, hacer un blog, subir fotos a Flicker y a Pinterest, mover información en Facebook, Twitter o Google+, y hacer vídeos caseros para subir a YouTube.
“No es fácil. El e-commerce genera sus propios problemas, me acaban de anular un pedido que ya había enviado ¿Quién pagará el transporte?”, indica. El trabajo se complicará con la nueva Ley de Defensa de Consumidores y Usuarios, que alarga el plazo de devolución de los productos de 14 días a un año si el vendedor no facilita la información sobre el derecho de forma precisa antes de la compra, informa la consultora CMC.
Casi el 57% de las micropymes disponen de banda ancha móvil
A pesar de los contratiempos, España es el cuarto mercado europeo de e-commerce, y su crecimiento es superior al de la economía española, según la asociación Ecommerce Europe.
Hasta los pequeños granjeros han aprendido comercio electrónico, y así, todas las profesiones. Daniel Yusty, hijo de una centenaria saga de sastres, ha volcado la actividad de su lujosa tienda en Farfetch.com, un portal de comercio para millonarios. “Vendemos online a todo el mundo, a países que no llegaríamos de otra forma”, asegura un entusiasmado Daniel Yusty, que no tiró la toalla tras el fracaso de la inversión en una tienda propia de Internet.
El informe ePyme 2013, de Fundetec, indica que hay un 71,6% de grandes empresas y pymes con web corporativa, y la cifra baja al 29,4% entre las micropymes. La proporción de las que venden por Internet va en consonancia, y plataformas de market places como Amazon y Rakuten pueden paliar la diferencia.
“La falta de recursos, conocimientos y formación para poner en marcha una tienda online de forma eficaz es el principal freno de las micropymes. Es difícil acceder a la tecnología necesaria a un precio razonable y establecer la logística”, asegura Marc Vicente, CEO de Rakuten, un gigantesco market place japonés para tiendas de e-commerce minoristas. Llegó a España en 2013, y tiene 1.000 comercios locales.
Más de 20.000 pymes de todo el mundo venden a través de Amazon Marketplace que tiene un tráfico de 244 millones de clientes. Las empresas españolas pueden estar en las cinco plataformas europeas de Amazon, pero no en las de otros continentes. “Es la forma más sencilla de exportar”, apostilla el portavoz de la empresa.
Alcaná Libros tiene a nueve personas en plantilla gracias al éxito de la venta de libros usados en Amazon. La plataforma representa el 35% de la facturación de la tienda de Internet Auto Outlet en solo un año.
España es el cuarto mercado europeo en comercio online, que sigue creciendo
“Las micropymes no se animan a digitalizar su empresa sin un empuje de subvenciones y ayudas. Las parece que es cosa de las grandes, carecen de tiempo, y lo desconocen”, asegura Aitor Garmendia, socio director de la consultora Attest. Una forma de ayuda son iniciativas como el portal realizado por el ayuntamiento de Torrelodones (Madrid) para exponer los negocios de la zona. Este tipo de experiencias atraen negocio y provocan que se creen agrupaciones de empresas para ofrecer paquetes de servicios turísticos.
La venta online es la cúspide de un negocio automatizado. “Las microempresas deben ver la tecnología como una herramienta imprescindible en su profesión, y eso debe inculcarse desde la escuela”, indica Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec.
Mientras tanto, es necesario formar a personas que hagan de puente entre la tecnología y las microempresas en una labor de puerta a puerta. Otra pata imprescindible para tecnificar la micropyme es tener tecnología adecuada a sus necesidades; eso está más avanzado.
Hasta SAS, famosa por su paquete de gestión para multinacionales, acaba de lanzar una solución para acercar las ventajas de big data, el análisis de información de los datos de clientes, a los más pequeños.
Los datos del informe ePyme 2013 muestran el camino que queda por hacer. Casi el 72% de las microempresas dispone de ordenador, casi el 66% accede a Internet, casi el 57% tiene banda ancha móvil, y el 26,5% está en redes sociales. La gran asignatura pendiente es subir los datos a la nube.
“Fundetec es una micropyme con nueve empleados, y hemos ahorrado 2.500 euros anuales por subir a la nube, es la cuarta parte del gasto anterior. No hay que temer hacerlo, basta respaldarse con un contrato de confidencialidad que cumpla la normativa europea de datos, y asegurar que los datos de clientes usados de forma comercial se queden en el territorio”, explica Alfonso Arbaiza.
La desaparición de archivos enteros en catástrofes como la de las Torres Gemelas y los ataques de hackers han generado desconfianza para guardar datos sensibles en la nube. La respuesta es “la niebla, la unión de todos los dispositivos de una organización para tener redundancia en el almacenamiento, es una solución casera que frenará el desarrollo de la nube”, cuenta Aitor Garmendia.
Sí se generalizará la nube de los servicios, porque permite el consumo de programas o servicios informáticos de forma flexible para abordar proyectos sin realizar inversiones iniciales, y puede abaratar hasta un 70% la tecnología necesaria para hacerlos. Queda camino para tecnificar la micropyme, y la oficina sin papeles no será realidad, lo atestigua la eclosión de ventas de la impresora ecológica de Toshiba que borra papel impreso para reutilizarlo.
En la media europea
Las empresas españolas superan la media europea en el uso de la factura electrónica (lo hace el 24% de las empresas), y en el uso de banda ancha de empresas conectadas (están el 96%), según el observatorio nacional de las telecomunicaciones (ONTSI).
Quedan levemente por debajo en enlazar los procesos de negocio de forma automática con los de sus clientes y/o proveedores (lo hace el 21% de empresas); en realizar intercambio automático de información con clientes o proveedores (36% de las empresas); y en las relaciones electrónicas con la Administración.
Rondan la media europea en la tecnología usada en el comercio electrónico, tanto venta como compra.