El Ibex cede un 0,47% y se apea de los 10.800 puntos mientras espera a Draghi
Todos los caminos conducen a Francfort. Quedan dos días para la decisiva reunión mensual del Banco Central Europeo (BCE), con sede en aquella ciudad alemana, y los mercados siguen marcando su paso al compás de las expectativas de acción del organismo. Hoy, la caída de la inflación en la zona euro hasta el 0,5% ha vuelto a encender las alarmas sobre el riesgo de deflación en la región, lo que esta vez no ha sido nada bien recibido en los mercados y ha provocado caídas en las Bolsas. El Ibex ha cedido un 0,47% hasta los 10.776,7 puntos, siguiendo la tónica general bajista del resto del continente. Un aviso al BCE de la inquietud que provoca la baja inflación en los mercados y añade presión sobre el banco central.
La mayor subida del día en el selectivo español ha sido la de CaixaBank, al que hoy Citi ha incluido en su cartera de valores europeos. Los títulos de la entidad cierran con un alza del 1,48%. Tan solo otros cuatro valores del Ibex han cerrado en verde. Son Gas Natural (+0,54%), Inditex (+0,24%) y BME (+0,21%). En el otro extremo, Popular (-2,74%), Gamesa (-2,46%) y Mediaset (-2,02%) han anotado los mayores descensos de una jornada de cautela a las puertas de la reunión del BCE el próximo jueves.
La creencia de que el BCE actuará en su reunión de este jueves ha sido el principal impulsor de las Bolsas en las últimas semanas. En este contexto, los expertos creen que existe riesgo de que Draghi decepcione a los mercados y destacan que la reacción de estos dependerá tanto de las decisiones concretas que tome como del discurso del banquero central y las medidas que podría anticipar para el futuro en caso de que la economía se deteriore.
Varias voces afirman que puede existir un exceso de complacencia en el mercado, que lo fía casi todo a las acciones extraordinarias del BCE para combatir el riesgo de deflación y estimular la económica europea. José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi para España, cree que “se ha confundido la estabilidad financiera con excesos en los precios y en el nivel de riesgo de los inversores. Como contrapartida, hay un exceso de confianza sobre el papel de los bancos centrales para compensar cualquier riesgo que pueda surgir”.
En este sentido,Miguel Ángel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp, explica que en los últimos meses las sorpresas negativas en la publicación de datos macroeconómicos en Europa no están impidiendo nuevos ascensos en las Bolsas. Este comportamiento, destaca, solo puede entenderse porque existe “un claro descuento por parte del mercado de que el BCE va a actuar”.
Algo muy revelador de esta fe en las acciones futuras del BCE es que el Ibex se mueve en zona de máximos desde 2011, el Dax alemán alcanzó la semana pasada su máximo histórico y el Cac francés ha tocado su nivel más alto desde 2008. “Creo que el mercado tiene descontado una bajada de tipos y que se ponga la facilidad de depósitos en negativo, así como algún programa de estímulos como una inyección de liquidez (LTRO) condicionada a la concesión de crédito a las pymes”, resume Natalia Aguirre, analista de Renta 4. Esta experta cree que si se incumplen esas expectativas podríamos ver caídas en las Bolsas.
Jesús de Blas, analista de Crédit Agricole, va más allá y sostiene que los inversores solo tienen en mente una compra de activos, por lo que augura importantes correcciones bursátiles si Draghi no anticipa en su discurso nada acerca de este programa.
Wall Street no ha podido echar una mano hoy a las Bolsas europeas, ya que los principales índices estadounidenses ceden en torno a un 0,2%. En aquel país se han conocido los datos del ISM manufacturero de Nueva York correspondiente a mayo, que quedó en los 55,3 puntos, frente a los 50,6 de abril, y los pedidos de fábrica de abril que subieron un 0,7%, por encima del 0,5% esperado.
Las Bolsas europeas se habían despertado con la buena noticia de que el sector de servicios de China creció a su mayor ritmo en seis meses en mayo debido a un repunte de las nuevas órdenes. El índice oficial de gerentes de compras (PMI) no manufactureros, o PMI de servicios, subió a 55,5 desde un 54,8 en abril.
Los inversores en renta fija también están muy pendientes lo que decida el BCE. En medio del optimismo imperante en los mercados, la pasada semana el organismo alertó en su boletín mensual del riesgo de que se esté creando una burbuja en el mercado de deuda. El interés del bono español a diez años se sitúa hoy en el 2,85%, cerca del mínimo histórico que logró la semana pasada, con la prima de riesgo en los 144 puntos básicos. El descenso en el riesgo país responde en este caso a la subida de la rentabilidad del bono alemán a un década, que asciende al 1,41%.
“El mercado quizá ha descontado demasiado que el BCE tome medidas extraordinarias y hay cierto riesgo de que defraude con lo que decida el jueves, pero no esperamos una venta masiva de bonos”, señala Germán García, gestor de renta fija de Banco Madrid, que recuerda que Draghi es maestro en manejar los mensajes que lanza al mercado y en alimentar expectativas.
“Nadie se va a poner en contra del mercado porque es sabido que el BCE estaría preparado para actuar”, añade. Para García, es posible que tras la reunión del BCE el bono español vuelva a colocarse sobre el 3%, en un ligero movimiento de alza de rentabilidades que sería común al conjunto de la deuda soberana de la periferia. Aun así, considera que sería una oportunidad de compra.
En el mercado de divisas, el euro se aprecia ligeramente hoy hasta los 1,362 dólares.