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El Foco
Tribuna
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Exportar con garantías

Esta semana se ha celebrado la Asamblea General de la Asociación Española de Normalización y Certificación, AENOR. Esta Entidad tiene confiado por la Administración el desarrollo de las normas técnicas, al tiempo que es el certificador español de referencia.

Las economías occidentales líderes tienen en común contar con una entidad de normalización –generalmente privada– en la que participan muy activamente las empresas tanto mediante la elaboración de normas técnicas como en la aplicación de las mismas en sus organizaciones. Una razón principal del interés del tejido económico en disponer de una actividad de normalización sólida y dinámica se encuentra en que las organizaciones saben que es una potente herramienta para que las empresas tengan un alcance global; esto es, un eje estratégico para abrir mercados. En Alemania, el 84% de las compañías usan las normas europeas e internacionales como parte de su estrategia exportadora.

En Alemania, el 84% de las compañías usan las normas como parte de su estrategia exportadora

Cuando una empresa desea situar sus productos en otro país, aspira a desarrollar servicios o bien quiere implantarse de forma permanente; sabe que el cumplimiento de las normas técnicas reconocidas internacionalmente facilita el camino de forma sustancial, cuando no es un requisito indispensable. Algo lógico, si tenemos en cuenta que las normas técnicas son documentos de aplicación voluntaria, que recogen las buenas prácticas aceptadas por el mercado respecto a la mejor forma de abordar aspectos clave de las empresas, como su política de calidad o las características de productos y servicios. Son, por tanto, herramientas de máxima eficacia para reducir la incertidumbre empresarial.

Las exportaciones están siendo esenciales para salir de la crisis, habiendo supuesto en el primer trimestre 58.392,4 millones de euros, es decir, un 3,2% más que el anterior. Para las empresas españolas que llevan tiempo ganando mercados exteriores el poder de las normas técnicas no es nuevo. Ya hace cinco años, un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) reveló que el 77% de las empresas que destinaban más del 50% de sus ventas al exterior, afirmaba que la normalización resultaba en un incremento significativo de su capacidad exportadora. En conjunto, cabe recordar que las normas técnicas suponen el 1% del PIB español, porcentaje similar al que se registra en Francia o Alemania.

AENOR trabaja para potenciar este positivo efecto de las normas. El tejido económico español tiene a su disposición uno de los catálogos más completos del mundo, con más de 30.500 documentos normativos que ponen al alcance de prácticamente todos los sectores de actividad soluciones a cuestiones relevantes para su competitividad. En la arena internacional se desarrollan principalmente dos líneas de trabajo. Por una parte, hace posible que expertos españoles hagan oír su voz en los debates para el desarrollo de normas de alcance europeo o mundial. No participar, implica aceptar lo que otros deciden.

Por otra, AENOR llega a acuerdos de armonización de normas con países que suponen mercados ya relevantes o con gran potencial para las empresas españolas. Es una acción en línea con el Plan Estratégico de Internacionalización de la Economía Española 2014-2015, que contempla la coherencia de las normas y acuerdos internacionales como una orientación de sus principios rectores. Asimismo, es coherente con la Comunicación de la Comisión Europea sobre el Renacimiento industrial europeo, COM (2014), 14/2, que especifica que una cuestión clave para facilitar el acceso a los mercados de terceros países es la armonización de las normas internacionales.

No participar en el desarrollo de las normas europeas o internacionales implica aceptar lo que otros deciden

El último acuerdo firmado para impulsar la armonización de normas y facilitar el acceso a los mercados ha tenido lugar con Bolivia, mientras que el año pasado se puso en marcha un convenio con el Gobierno mexicano. También están en vigor convenios con otros países como Arabia Saudí o Kazajistán. El esfuerzo desarrollado para que la totalidad del catálogo de AENOR esté en español proyecta más de medio millón de páginas de conocimiento a un mercado de más de 500 millones de personas. Imaginemos, por ejemplo, la diferencia que supone para una empresa española que la norma vigente en un país al que desea exportar un producto exprese sus medidas en centímetros o en pulgadas.

Hay que recordar a las empresas españolas lo mucho que tienen que ganar usando la normalización, tanto aplicando las normas en sus organizaciones como participando en los comités que las elaboran. España tiene uno de los mejores sistemas de calidad del mundo, reconocido internacionalmente; ello es en buena medida gracias a los 9.000 expertos que, como media anual, se implican en alguno de los 206 Comités Técnicos de Normalización. Pero necesitamos ir más allá para obtener de la normalización un rendimiento homologable al de otros países de la UE, especialmente respecto a la participación de las pymes.

Parte de ese sistema es también un certificador español fuerte, experto en entender las necesidades específicas de la empresa española, con capacidad para tomar decisiones que se traducen en soluciones que les ayudan con eficacia en sus grandes retos. La exportación y la internacionalización en general, sin duda, están entre ellos.

Manuel López Cachero es presidente de AENOR.

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