Cuenta atrás para la reforma fiscal
El efecto de exonerar de IRPF a quien gana menos de 12.000 euros anuales será limitado Hacienda insiste en que no hay margen para elevar más el IVA
La próxima semana el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se reunirá con sindicatos y patronal para hablar de la reforma fiscal. Será la primera reunión oficial desde que el comité de expertos presentó su informe en marzo. En este espacio de tiempo, los técnicos del Ministerio de Hacienda han realizado multitud de borradores y simulaciones sobre el efecto de cada una de las medidas fiscales que se han puesto sobre la mesa. El Gobierno mantiene su idea de llevar la reforma fiscal al Congreso de los Diputados el próximo mes de junio.
El Ejecutivo, si bien no ha entrado a analizar públicamente el informe de los expertos, sí que ha marcado ciertas líneas rojas. Por ejemplo, ha descartado de forma rotunda la idea de imputar una renta en el IRPFpor la vivienda habitual de los contribuyentes. Tampoco se plantea un incremento del IVAo un nuevo trasvase al tipo general del 21% de bienes y servicios que tributan actualmente al 10%. Si bien es cierto que la Comisión Europea se muestra favorable a una devaluación fiscal –incremento de los impuestos indirectos y rebaja de los tributos ligados al trabajo–, Montoro considera que el margen para elevar el IVA es nulo tras sufrir ya una subida en julio de 2010 y en septiembre de 2012. En el ámbito de la fiscalidad indirecta, Hacienda considera que hay margen para explorar los llamados impuestos medioambientales.
En el IRPF, el impuesto más importante por recaudación, Hacienda ya ha anunciado que aplicará una rebaja de tipos impositivos tras subirlos de forma drástica en 2012. Los siete tramos que tiene actualmente el impuesto se quedarán en cinco –los expertos recomendaban que no superaran los cuatro– y la reducción de tipos se centrará en las rentas bajas y medias. Ello significa que los contribuyentes con elevados sueldos posiblemente pagarán más al final de esta legislatura que al principio de la misma. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya anunció que los contribuyentes que ganen menos de 12.000 euros no tributarán por el IRPF. El efecto de la medida puede ser relativo en la medida en que actualmente quienes obtienen ingresos en torno a los 11.000 euros tampoco tributan. Hacienda confía en ganarse el favor de la opinión pública al incluir mayores exenciones y beneficios fiscales para las familias con hijos.
En el encuentro con la patronal, Montoro trasladará la idea del Gobierno de rebajar el gravamen del 30% en el impuesto sobre sociedades, una vieja reclamación de las empresas. Sin embargo, esta decisión se acompañará con una revisión de los beneficios fiscales que se aplican las compañías, especialmente las grandes. El gran interrogante que debe desvelar Hacienda pasa por la fiscalidad patrimonial, un área que Bruselas reclama reforzar. El Gobierno en el programa de estabilidad abre la puerta a “incrementar los impuestos por uso frente a los que gravan la propiedad”. La realidad es que el Gobierno deberá buscar fórmulas para compensar el efecto de la rebaja fiscal en el IRPF y otros impuestos. España se ha comprometido a rebajar su déficit público del 6,6% registrado en 2013 al 2,8% en 2016. Ello equivale a un ajuste de 36.800 millones. Ello significa que el margen de error que tiene Hacienda es mínimo.
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