V60 Hybrid, un híbrido diesel de altas prestaciones
Ya se sabe que el futuro inmediato es la hibridación (motor térmico más motor eléctrico), y a largo plazo se impondrán los eléctricos puros. El nuevo Volvo V60 Plug in Hybrid es híbrido y además enchufable, es decir, con una batería para alimentar el motor eléctrico que se puede recargar en una toma de corriente. El V60 es la versión "familiar" del S60, y cuesta unos 1.500 euros más con el mismo motor.
El sistema híbrido está compuesto por un 2.4 turbodiesel de cinco cilindros con 215 CV y por un motor eléctrico de 68 CV. Este modelo es tracción a las cuatro ruedas, impulsando el motor térmico el eje delantero y el eléctrico, el trasero. Con la batería cargada al máximo este motor puede desplazar al V60 de modo eléctrico un máximo de 50 km., dependiendo de las condiciones de conducción (máximo 120 km/h) o de lo que se le exija al coche. En la aleta delantera izquierda está la tapa del conector para el enchufe. En uno normal la carga total lleva unas siete horas, y en uno con más potencia se puede hacer en unas cuatro horas. La batería se carga también mediante el motor térmico y cuando el coche retiene al levantar el conductor el acelerador, y sobre todo en las frenadas. En la consola central hay tres botones para elegir entre los modos de conducción, aunque siempre arranca en Hybrid: Pure (eléctrico puro), Hybrid (ambos motores según las circunstancias) y Power (híbrido con la máxima potencia). El consumo medio homologado es de solo 1,8 litros a los 100, pero eso se logra en condiciones muy especiales. En carretera, el consumo es como el de un diesel normal. La suavidad de funcionamiento del sistema es notable, y apenas se nota la transición del motor eléctrico al térmico. Respecto a la respuesta del motor, el notable empuje a bajas vueltas típico del diesel se ve reforzado por la fuerza adicional del motor eléctrico. En total rinde 283 CV y mucho par motor, lo que hace innecesario recurrir al uso manual del cambio automático; siempre hay empuje disponible. En el modo Power pasa de 0 a 100 km/h en solo 6,1 segundos, en Hybrid, en 7,9.
El diseño interior es moderno y de calidad, en la línea minimalista y limpia de Volvo. Es realmente cómodo para viajar (los asientos deportivos, excepcionales) y con un chasis que no es blando sino que da confianza, adecuado para altas velocidades en autopista y apoyos en curva prolongados. Además el avanzado equipamiento de seguridad hace honor a la fama de la marca. Destaca el sistema de frenado automático a baja velocidad para ciudad (hasta 50 km/h, para coches o peatones). También es muy útil el control activo de luces largas (cambia solo) o el de reconocimiento de señales de tráfico.
La capacidad de maletero de un V60 normal es de 430 litros, una cifra suficiente para una familia pero menor a la que ofrecen otros familiares rivales. Además en el híbrido el espacio dedicado a las baterías hace que la capacidad para el equipaje se reduzca en 100 litros, aunque si se recoge la bandeja trasera se puede meter más equipaje. Siendo un coche brillante y con una tecnología muy eficiente, un precio de 60.900 euros hace que esta versión lo tenga complicado en el mercado español. Lógicamente los clientes se fijan más en la versión turbodiesel D3 de 136 CV o D4 de 181 CV. El potente V60 diesel D5 con 215 CV cuesta 45.600 euros.
Mejorar la seguridad en ciudad
China es el paraíso de los fabricantes, pero el nivel de siniestralidad es altísimo. Por eso Volvo lidera un estudio sobre comportamiento de los conductores en Pekín y Shangai, con diez S60 equipados con cámaras que serán conducidos por usuarios reales. Según John-Fredrik Grönvall, “el desarrollo de nuestras tecnologías está basado en el estudio de situaciones reales, y obtendremos información sobre un escenario con un elevado número de siniestros".
Conducción autónoma
A medio plazo los coches podrán circular de forma autónoma, sin intervención del conductor. Quedan muchos retos técnicos (y aspectos legales) por solucionar, pero el primero de los prototipos de Volvo ya está rodando por la ciudad de Gotemburgo. El siguiente objetivo es poner en la calle cien de estos coches para seguir evolucionando la técnica, y el reto integra, además de al fabricante y a los conductores, a los legisladores y a las autoridades locales.