India deja el limbo
Los votantes de la India acaban de entregar a Narendra Modi el mandato más decisivo en 30 años. La abrumadora victoria del político de la oposición ofrece a la India la posibilidad de salir de su limbo actual.
Pese a que no todos los votos han sido contados, el Partido Bharatiya Janata de Modi está a punto de capturar algunos escaños más que los 272 que necesita para una mayoría simple en la cámara baja del Parlamento.
Los inversores, que hicieron subir las acciones indias más de un 1%, tienen razones para estar contentos. La amplitud del éxito del político pro-empresarial elimina cualquier duda sobre la estabilidad del gobierno. Es extremadamente improbable que Modi permita a los socios de la coalición socavar las principales decisiones políticas.
Su gabinete será pequeño y muy unido, con un equipo capaz de gestionar la política económica. Sin embargo, el partido de Modi no controlará la cámara alta. Impuestos cruciales, como aquello, muy necesario, sobre mercancías y servicios a nivel nacional, requieren que el nuevo primer ministro trabaje con los partidos de oposición. Todavía no está claro si el Partido del Congreso de Sonia Gandhi, tras la peor derrota electoral de su historia, está dispuesto a dejar que Modi logre demasiados éxitos parlamentarios.
Un mandato amplio también significa una gran expectativa, y el riesgo de una desilusión temprana. Hace tres décadas, el apoyo popular a Rajiv Gandhi desapareció muy rápidamente. Cinco años más tarde, estaba fuera del poder. Para evitar un destino similar, Modi tendrá que prestar tanta atención a lo que no lo hace como a lo que hace.