BMW M235i, máxima diversión en un M3 a escala
La nueva Serie 2 acaba de salir al mercado y sustituye a lo que antes eran los Serie 1 con carrocería cupé. Respecto a sus antecesores, los nuevos modelos son más largos, anchos, bajos, tienen más batalla y suben algo el peso, pero mejoran las prestaciones y reducen el consumo. La Serie 2 está formada por las versiones 218d de 143 CV (29.900 euros), 220d (33.900 euros), 220i (32.900), 225d (40.900), y M235i (52.670 euros), que es la versión que nos ocupa. Evidentemente es la más deportiva de la gama y por espíritu y prestaciones viene a ser como un M3 a escala.
Es un coche compacto, con una longitud de 4,43 metros de largo (un Serie 1 de cinco puertas mide 4,32 metros) y con una configuración muy clásica: motor delantero y tracción trasera. Desde el momento en que se sienta, el conductor percibe que la postura de conducción es idónea, el cambio está en el sitio adecuado y los asientos sujetan a la perfección.
Pero lo que define a este automóvil es su motor. Todos los Serie 2 llevan propulsores turboalimentados, aunque el único seis cilindros en línea de la gama es el que monta el 235i, con tres litros de cilindrada. Muchos aficionados aún prefieren los motores atmosféricos, pero hay que reconocer que este seis en línea con turbo de doble turbina twin scroll mezcla lo mejor de dos mundos: es explosivo y empuja como un motor turbo, pero lo hace de una forma tan lineal como un atmosférico, y con el corte de potencia más allá de las 7.000 revoluciones. También ofrece mucho empuje, nada menos que 450 Nm de par máximo, lo que se nota sobre todo en su gran capacidad de recuperación. Pasa de 0 a 100 km/h en solo 5 segundos, el cuentarrevoluciones sube hasta las 7.000 vueltas en medio de un emocionante rugido y la velocidad máxima esta limitada a 250 km/h.
El cambio es manual de seis velocidades y opcionalmente puede montar una magnífica caja automática de ocho relaciones. Es muy ágil y otro punto importante es la dirección, que es directa y transmite, como debe ser en un buen deportivo. Tracciona muy bien y no pone en aprietos a su conductor (además lleva control de estabilidad), pero los más experimentados pueden pedirlo con un diferencial autoblocante para mejorar la tracción del eje trasero y favorecer largas derrapadas.
En esta versión, además de sus prestaciones, hay que destacar también su aspecto práctico. El maletero ofrece 390 litros de capacidad, y el acceso a las plazas traseras es cómodo porque al tirar de la palanca los asientos delanteros se adelantan automáticamente. El interior es sobrio pero destila calidad y estilo deportivo. El consumo medio homologado es de 8,1 litros, bastante razonable para un coche de más de 300 CV. No obstante, como todos los turbos de gasolina, el gasto es muy sensible a lo que se le exija.
Treinta añosdel M5
Cuando se presentó el primer M5 era único en su clase. Su motor de seis cilindros en línea y 272 CV lo estrenó el deportivo con motor central M1, y en 1984 se montó, con algunas modificaciones, en la carrocería del Serie 5. Así nació un automóvil de culto que ya va por la quinta generación. Para celebrar sus 30 años se fabricará un serie limitada de 300 unidades, con la potencia de su 4.4 V8 biturbo aumentada hasta los 600 CV. También lleva el Competition Package y otras modificaciones técnicas y estéticas.
X5 eDrive Concept
En su lucha por reducir consumos, BMW ha presentado recientemente este prototipo, que adelanta lo que será un modelo de serie. Se trata de un híbrido enchufable que combina un motor de gasolina 4 cilindros turbo de 250 CV con otro eléctrico de 95 CV. Con esta tecnología es capaz, en modo puramente eléctrico, de alcanzar hasta 120 km/h y rodar un máximo de 30 km. El consumo homologado (según las normas de la UE para híbridos) es de solo 3,8 litros a los 100 km.