Linde impone nuevos deberes a la banca
Tirón de orejas. El Banco de España reconoce que los resultados del sector se han recuperado, pero advierte que esta mejora se debe al fuerte recorte de las provisiones. Alerta del “descenso del margen de intereses”, lo que “supone un reto” para la banca para este año, cuando deberá “continuar con su proceso de ajuste de costes operativos” para elevar su rentabilidad. Reconoce que el 51,4% de los créditos refinanciados son morosos.
Pese a que los resultados de la banca española están mejorando, el Banco de España no ha querido perder la ocasión para dar un tirón de orejas a las entidades a través del último informe de estabilidad financiera para evitar nuevos descuidos en el sector. En este informe, el supervisor reconoce que el conjunto de los bancos españoles han mostrado “una recuperación en 2013 con respecto a 2012”. Así, el pasado año el sector ganó 11.001 millones de euros, cifra que contrasta muy positivamente con los 43.000 millones de pérdidas con los que cerró 2012. Pero advierte que estos beneficios se apoyan en “el descenso observado en las pérdidas por deterioro de activos”, tras el importante “esfuerzo de provisiones realizado por las entidades en el año anterior”, explica el Banco de España.
En este mismo contexto, el supervisor alerta sobre el “descenso del margen de intereses” que sufre el sector. Asegura que aunque la caída se debe “tanto a la disminución de la actividad como, principalmente, a los reducidos tipos de interés”, supone “un reto para las entidades de cara al ejercicio 2014, cuando deberán continuar con su proceso de ajuste de costes operativos para alcanzar niveles más elevados de rentabilidad”.
Otro jarro de agua fría para la banca española es la comparación que hace la institución que encabeza Luis María Linde sobre el coeficiente de capital. Señala que las entidades españolas de mayor tamaño presentan unos coeficientes de capital que se sitúan en una posición baja frente a otras entidades europeas comparables, aunque en cualquier caso superan el 11,5%. Esta situación, no obstante, se invierte al comparar las ratios de solvencia a partir del apalancamiento contable (patrimonio neto sobre activo en libros), métrica en la que los bancos españoles se sitúan en una posición relativa alta respecto a sus homólogos europeos.
El Banco de España también ha realizado un cálculo sobre los activos fiscales que mantiene la banca española en sus balances (DTA en sus siglas en inglés), y que llegan a un importe neto de 68.000 millones de euros. El organismo regulador subraya que el 60% de esta cifra ha quedado incluido en el ámbito de aplicación de la nueva normativa fiscal, lo que supone 40.800 millones de euros. Esta cantidad es bastante superior a los 30.000 millones de euros que anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, a finales de noviembre del pasado año como afectados por la nueva normativa que permite a los bancos activar estos créditos fiscales. La nueva norma de solvencia prevé ajustes transitorios en los primeros años para facilitar la entrada en vigor, de forma que la deducción por DTA comenzará a exigirse en el año 2015 por un 10% de su importe total, incrementándose cada año en el mismo porcentaje hasta llegar a la deducción total en el año 2024. Así, el Banco de España explica que durante el presente ejercicio las entidades no tienen que practicar aún deducciones por DTA.
El informe también reconoce que más de la mitad de los créditos refinanciados por la banca española son morosos, exactamente unos 108.594 millones, el 51,4% del volumen total de estas operaciones a cierre de 2013. El año pasado Linde exigió a la banca que revisara la forma en que estaban clasificados los créditos que habían ido refinanciando a sus clientes para cubrirlos según su riesgo real de impago. Tras este proceso, la morosidad de esta cartera aumentó y así, a finales del pasado año, de un total de 211.273 millones en préstamos refinanciados, más de la mitad ya estaban considerados morosos.
Economía ejercerá el protectorado de las fundaciones bancarias
Economía ejercerá el protectorado de las fundaciones bancarias que tengan el 40% o más de sus depósitos en comunidades autónomas diferentes de aquélla en la que se encuentre su domicilio social, así como cuando posean una participación directa o indirecta en la entidad de al menos un 10% del capital o votos. Así queda estipulado en el proyecto de ley de Ordenación, supervisión y solvencia de las entidades de crédito, que traspone directivas europeas a la norma española y que ayer recibió el visto bueno de la Comisión de Economía del Congreso. El PP ha incluido una enmienda que modifica la Ley de Cajas para precisar en qué casos su protectorado lo ejerce Economía o las autonomías.