Crecimiento con una extraña gestión
El año pasado, Alibaba procesó 11.300 millones de pedidos por un valor de 248.000 millones de dólares a través de sus principales portales, Taobao y Tmall. Eso es dos tercios más que Amazon e Ebay juntos, y un asombroso 84% del total de las compras online de China. A diferencia de la mayoría de los minoristas de la red, Alibaba no vende o reparte los productos por sí mismo. En su lugar, actúa como fachada, cobra a los vendedores por la publicidad y se lleva ciertas comisiones.
El crecimiento viene de dos fuentes: el aumento de las compras online, y del dinero que Alibaba saca a los vendedores. Sus ingresos de 7.800 millones de dólares al año en 2013 se correspondieron con solo el 3% de los productos vendidos. Los pedidos de Alibaba tienden a ser pequeños –con una media de alrededor de 22 dólares cada uno, en comparación con los 64 dólares de su rival JD.com–. Pero su dominio debería permitirle quedarse con una participación mayor.
La gestión es el punto conflictivo. Un grupo de 28 socios, encabezados por su presidente, Jack Ma, y su número dos Joseph Tsai, designarán a la mayoría del consejo de administración de Alibaba. Los grandes accionistas de Yahoo y Softbank se han comprometido a respaldar la elección de los socios, lo que garantiza que la mayoría de las acciones voten a favor.
Es comprensible que Alibaba quiera preservar la cultura que contribuyó a que alcanzara un gran éxito
La teoría es que esta estructura es más democrática (para evitar la entrada de los fundadores de grandes compañías como Google o Facebook), pero también es menos transparente, y por lo tanto más difícil de valorar. El control de Alibaba se mantendrá en vigor a menos que el 95% de los accionistas voten a favor de su disolución.
Es comprensible que Alibaba quiera preservar la cultura que contribuyó a su extraordinario éxito. Los nuevos accionistas no pueden tener ninguna duda sobre quién manda. Pero las condiciones de los negocios y las culturas cambian. Alibaba se ha expandido rápidamente en nuevas áreas, desde la televisión por internet a la cartografía y el vídeo online, donde los fundadores pueden tener menos experiencia. Un crecimiento sin una buena gestión es como un minorista online sin política de devoluciones.