Botella quitará la tasa de basuras en 2015 y eliminará los parquímetros de la periferia
Asegura que no le gustaría dejar Madrid en manos de aquellos que anuncian que siguen creyendo en el dogma del gasto público Para lo que resta de mandato anuncia "más inversión, menos impuestos y más oportunidades"
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha reconocido este lunes, en su conferencia en el Foro ABC, que ha “sufrido” por la ciudad y que lo sigue haciendo cuando ve “el daño social a los jóvenes y no tan jóvenes”.
Así lo ha señalado en la conferencia del Foro ABC, titulada 'Lo que nos queda por hacer', en la que ha estado arropada por su marido y presidente del PP, José María Aznar; el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; la titular de Fomento, Ana Pastor; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, o el vicesecretario del PP para Asuntos Territoriales, Javier Arenas, entre otras autoridades.
Los datos indican, en palabras de la alcaldesa, que la crisis “ha empezado a quedar atrás, que el crecimiento ha comenzado de nuevo”, pero “no es esto todavía exactamente lo que me dicen muchos de los madrileños”, con los que aseguró que habla todos los días.
Tampoco se ha querido olvidar de la gestión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha conseguido corregir “los peores efectos de la política del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este punto, la primera edil ha descrito la “desconfianza” como tónica general ante la política y que ante ella hay que reaccionar. “Frente a la fama, hoy dominante, de la política como mera conquista y ejercicio de un puesto o de una mayoría, tenemos que convencer de que la política es, debe ser, el poder hacer”, ha recetado.
Por otra parte, Botella, ha alertado del “riesgo” de los que creen en el “dogma del gasto público” para defender, a renglón seguido, el trabajo hecho desde que llegó a la Alcaldía, “ingrato pero vital”.
“No me gustaría dejar Madrid en manos de aquellos que ya nos anuncian que siguen creyendo en el dogma del gasto público... como si la crisis nunca hubiera ocurrido”, le ha lanzado, de manera indirecta, al PSOE, a quienes se ha referido como aquellos que “no dudarían en desperdiciar todo el esfuerzo de los madrileños y que nos conducirían, como ya lo hicieron, a un escenario insostenible para los servicios públicos”.
La primera edil ha reconocido que para hacer frente a las consecuencias de la crisis ha llevado a cabo un trabajo “ingrato pero vital”. “He tenido que proteger nuestras finanzas municipales contra el riesgo de una situación límite, causada por la histórica desaceleración económica que vivimos, y que, desde su inicio y hasta el momento en que asumí mis responsabilidades como alcaldesa, había hecho perder al Ayuntamiento unos ingresos acumulados de 1.650 millones de euros”, ha explicado.
Más allá del equilibrio
Hoy en día, como ha apostillado, la política de disciplina presupuestaria sitúa a Madrid “más allá del equilibrio”, ya que es responsable por sí sola del 25% del superávit municipal de toda España, lo que permite cumplir con creces los objetivos de pago de deuda...”.
Para “proteger el presupuesto de la ciudad” ha aplicado la receta que se aplica en cualquier familia que se enfrenta a dificultades, esto es, “gastando menos, gastando con inteligencia, tomando decisiones difíciles, y, a veces, haciendo sacrificios”.
Para ello, como ha apostillado, “se requería coraje para renunciar a ciertos gastos y para cambiar la manera de gastar en lo que era indispensable”.
Eso le ha servido para afirmar que una de las lecciones aprendidas en los últimos años es que “más recursos para la Administración no garantizan mejores servicios” sino que ” más recursos en manos de los ciudadanos activan la economía y generan empleo y riqueza”.
Por otro lado, la alcaldesa ha añadido que, si para 2014 tenían previstas actuaciones por un volumen aproximado de 330 millones de euros, gracias al remanente de tesorería incrementará la inversión para este año hasta superar los 375 millones.
También lo hará “con menos impuestos”, ya que con el superávit se puede dar “prioridad a la mejora de la vida cotidiana”, lo que se traduce, por ejemplo, en los incentivos fiscales del Madrid Tax Free a los nuevos negocios.
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