Los restos de la capitalización
El saneamiento financiero de la banca española está concluido, y así se presentará este año ante el examen de calidad de los activos y se someterá a los test de estrés de la autoridad bancaria europea. Los niveles de capitalización alcanzados, tanto por la banca privada como por las antiguas cajas de ahorros, las saneadas y las dañadas, parecen ser homologables a los de cualquier entidad europea, y así lo reconoce un mercado financiero que les proporciona financiación y que le otorga un valor de mercado por encima de su valor contable.
Pero unas cuan tas entidades tienen pendientes procesos de ampliación de capital para transformar emisiones recientes de bonos convertibles en acciones ordinarias. Nada menos que cinco entidades (Caixa, Popular, Sabadell, Bankinter y Liberbank) tienen que emitir acciones nuevas por un valor aproximado de 3.100 millones de euros para atender sus compromisos, aunque disponen de un calkendario dilatado (en algunos casos hasta 2018) para afrontarlo. En todo caso, deberían ejecutarlo cuanrto antes como inequñivoca señal de fortaleza, y para superar el efecto dilutivo que todas las operaciones tienen entre los accionistas que han mantenido su fidelidad como socios durante los años más duros de la crisis económica.