El inexorable aumento de la carga de la deuda pública autonómica
Cataluña y la Comunidad Valencianan destinan más del 7% de los recursos a intereses
Las comunidades autónomas gastaron el año pasado 158.457 millones, un 15% menos que en 2012. Se trata del mayor recorte registrado hasta la fecha, según los datos de contabilidad nacional publicados por el Ministerio de Hacienda. Ese ajuste se alcanzó a pesar de que el capítulo de intereses no cesa de incrementarse. Las autonomías destinaron 7.744 millones a cubrir el coste de la deuda el año anterior, la mayor cifra de la historia. El capítulo de intereses aumentó un 19,9% respecto al ejercicio anterior y se ha disparado casi un 200% desde el inicio de la crisis.
La partida financiera ha ganado protagonismo en la medida en que la deuda autonómica se ha elevado para cubrir el déficit público. Además, las comunidades también han adquirido una deuda con el Estado a través del plan de pago a proveedores que aprobó Hacienda para abonar facturas atrasadas. Si bien esos préstamos se devuelven con un plazo de diez años y con dos años de carencia, los intereses se pagan ya desde el primer ejercicio.
Antes de la crisis económica, en 2007, la carga de los intereses representaba solo el 2% del gasto total autonómico, una proporción que hoy ya alcanza el 4,9%. En cualquier caso, existen grandes diferencias entre las comunidades autónomas.
Así, Cataluña y la Comunidad Valenciana destinan más del 7% de sus recursos anules a cubrir el coste de su deuda pública. Le sigue Castilla-La Mancha (6,89%) y Murcia (5,52%). En el otro lado, se sitúan Canarias, La Rioja y País Vasco, cuyos gastos financieros representan menos del 3% de los recursos anuales. La asimetría de las cifras refleja cómo la crisis –y la gestión de la misma– ha erosionado con más virulencia unas comunidades que otras.
Todas las autonomías han ajustado sus presupuestos. Madrid es la comunidad que en términos de contabilidad nacional más redujo en 2013 su gasto público, que cayó un 19%. La sigue la Comunidad Valenciana, con un retroceso del 18,7% y Castilla y León. En cambio, la Administración central gastó en 2013 (sin incluir las ayudas a la banca) un 4% más hasta los 182.347 millones. En este sentido, el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, defendió en una entrevista a CincoDías publicada el pasado miércoles que el Gobierno central, a diferencia de las comunidades autónomas, todavía no ha realizado un gran esfuerzo de austeridad.
El conjunto de la Administración Pública, que incluye al Estado central, las comunidades, los ayuntamientos y la Seguridad Social, gastó el año anterior 454.005 millones, 1.027 millones más que en 2012. De hecho, si el déficit público bajó en 2013 del 6,84% al 6,62% fue gracias solo a los incrementos de ingresos derivados de las subidas fiscales que aprobó el Gobierno central y los Ejecutivos autonómicos. Del total del gasto público, 35.096 millones se destinaron a pagar intereses, un 11,3% más que el ejercicio anterior.
Sin embargo, la reducción de la prima de riesgo y la mejora de las condiciones financieras permitió que el capítulo destinado a gastos financieros fuera inferior al presupuestado. Una circunstancia que previsiblemente se volverá a producir este año. En cualquier caso, en la medida en que la Administración Pública seguirá gastando más de lo que ingresa en los próximos años, la deuda pública y la carga de los intereses mantendrán su senda alcista.