Los hospitales privados se apuntan a los ensayos clínicos
El 40% de los estudios que registrala patronal farmacéutica se realiza en centros fuera del sector público El área donde más participan es en oncología, con el 30% de los ensayos, por delante de infecciones
Si acude por alguna patología al médico de la sanidad privada, tal vez le sugieran participar en algún ensayo con un medicamento. Una práctica que era más habitual en los centros públicos pero donde últimamente van ganando peso los hospitales pertenecientes a empresas y aseguradoras. De hecho, el 40% de los estudios recogidos en el proyecto Best, una métrica de la patronal Farmaindustria, pertenece ya a estas clínicas.
En Best participan 43 laboratorios, 57 centros y 14 comunidades autónomas. En su métrica se han recogido desde 2005 hasta 2012 los datos de casi la mitad de los 5.397 ensayos clínicos aprobados por la Agencia Española del Medicamento, lo que sirve como una buena muestra de lo que ocurre en la investigación clínica en España.
Según esas cifras, el peso de los hospitales privados ha ido aumentado poco a poco desde el 27,4% del total de ensayos en 2004 hasta el 42,2% en 2012. En la actualidad, la población identifica este tipo de estudios con los hospitales públicos punteros. Por eso, los centros privados quieren dar la batalla para cambiar la imagen. “La incorporación de la innovación sanitaria es una práctica que, además de ofrecer beneficios indudables en la salud, mejora, en el medio y largo plazo, la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. En este sentido, la sanidad privada, lejos de ser ajena a esta realidad y a pesar de los tiempos actuales de crisis, hace una apuesta firme y generalizada por que esa innovación llegue a la sociedad, mejorando así la calidad de la asistencia sanitaria”. Así lo aseguró Juan Abarca, secretario general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el lobby que agrupa a aseguradoras y grupos hospitalarios, durante la Jornada de Innovación en el Sector Sanitario Privado, celebrada a finales del mes pasado.
Los centros privados han participado en un total de 756 ensayos clínicos entre el 30 de marzo de 2004 y el 30 de junio de 2013. Según el informe, normalmente intervienen en las fases más avanzadas de los estudios (fase III), cuando los medicamentos se prueban en una gran cantidad de pacientes.
El área donde más participan es en oncología (con el 30% de los ensayos), cardiovascular (por encima del 10%) y, en menor medida, antiinfecciosos, neurociencias y reumatología. A diferencia de los públicos, el peso es mayor en investigaciones en patologías respiratorias y en endocrino. En estos últimos ocho años analizados han participado 14.550 personas en los ensayos en centros privados, la mayoría en Madrid, Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana.
El proyecto Best
Best es una iniciativa puesta en marcha hace ocho años por Farmaindustria con el fin de fomentar la inversión en I+D mediante la objetivación y monitorización de los procesos de investigación clínica que se realizan en España. El 77% de los registros de estos estudios corresponde a estudios autorizados a laboratorios farmacéuticos, por encima de otros centros de investigación.
“Su objetivo final es identificar los factores de éxito que conducen a una investigación clínica más eficiente y compararlos a escala nacional e internacional”, afirmó en las jornadas Humberto Arnés, director general de Farmaindustria. Además, puso de manifiesto el papel estratégico de la I+D biomédica en la economía del país, por su efecto arrastre sobre otros sectores y su aportación imprescindible en la mejora de la competitividad del país.
Los últimos datos del sector indican que en 2012, y por segundo año consecutivo, la industria redujo hasta 972 millones de euros su gasto en I+D, desde los 974 millones. El récord fueron los 1.034 millones en 2010, año en el que comenzaron los recortes en gasto farmacéutico a través de varios decretos.
La principal partida de gasto de las empresas farmacéuticas, 479 millones, se dedica a los ensayos clínicos con pacientes. Sin embargo, en investigación básica (140 millones) y en preclínica (60 millones) los montantes son menores, en parte porque las grandes multinacionales centran estos esfuerzos en sus países de origen. También el empleo cualificado en investigación en el sector ha caído desde 2010 y en 2012 volvió a sufrir un recorte del 3,6%.