Zara, aún más discreta
Pocos dirían paseando por la calle Serrano de Madrid que a la altura del número 23 se levanta una de las tiendas más emblemáticas de Zara en España. Los letreros a pie de calle de la enseña de Inditex son de tamaño reducido y el inmueble que ocupa no da pista alguna de que sea en realidad un establecimiento comercial, más bien parece un edificio de viviendas clásico madrileño con su fachada de ladrillo rojo y sus balcones de hierro.
El grupo fundado por Amancio Ortega abre hoy las puertas de esta tienda que tan poco llama la atención desde fuera y que sin embargo ha levantado tanta expectación. Aunque la imagen de marca de la compañía presidida por Pablo Isla siempre ha sido más bien sobria, en el caso de las nuevas tiendas se roza ya el minimalismo, una tendencia que la multinacional española inició con la apertura de su tienda Zara en la Quinta Avenida de Nueva York, en 2012. “Todos los nuevos proyectos de tienda de Zara son un reto arquitectónico y urbanístico en el que las características históricas del edificio son las protagonistas indiscutibles en un entorno cómodo y eficiente”, explica la compañía. Una vez dentro de Serrano 23 todo es distinto.
El interior del edificio, levantado a principios del pasado siglo, lo forma una estructura acristalada en forma de cubo que vista desde abajo, desde la primera planta, da la impresión de estar suspendida en el espacio, soportada por unos pilares, unos cilindros de metal rellenos de hormigón. Entre esa estructura de vidrio y la fachada de ladrillo hay un espacio de unos dos metros de ancho que permite el paso de la luz exterior. La reforma del inmueble, en la que han trabajado unas 250 personas, ha sido obra de la arquitecta Elsa Urquijo, que ayer comentaba que la intención era dar el aspecto de estar dentro de una caja de cristal, pero sin tener sensación de estar en un espacio cerrado.
La nueva tienda de la calle Serrano, que empleará a cien personas, cuenta con 5.000 metros cuadrados construidos, de los que 2.415 metros cuadrados son superficie comercial. Está repartida en cinco plantas, tres de espacio comercial y una cuarta de almacén. La última planta del edificio la empleará el grupo para desfiles y presentaciones; diáfana, con 350 metros de superficie, permite la vista de los reconocibles tejados del centro de la capital y el paso de chorros de luz natural.
La compañía, que no ha detallado la inversión efectuada, ha tardado poco más de un año en reformar el inmueble. Coincidiendo hoy con la apertura del establecimiento, cerrará sus puertas otra gran tienda Zara situada a escasos 50 metros de Serrano 23, en la acera de enfrente, de mayor tamaño. Otra marca de Inditex, Massimo Dutti, ocupará ese espacio, según explicaron ayer responsables de comunicación del grupo de moda.
En menos de 100 metros a la redonda de Serrano 23 se encuentran otros establecimientos de Inditex, un Zara Home, un Oysho y otro Zara Home Kids. Muy cerca hay otros locales de moda, como Emporio Armani, Cortefiel, El Ganso... La nueva tienda Zara “ha dado nueva vida a esa acera”, comentaba ayer la encargada de la tienda Real, de marcas de ropa de lujo para mujeres, más de 35 años en la calle Serrano. “No es nuestra clientela habitual, pero supongo que a todos nos vendrá bien su apertura”, señaló. “Tengo muchas ganas de verla”, dijo.
Solo por las noches el inmueble ocupado por Zara en Serrano 23 pierde algo de discreción: sus balcones se iluminan con luces tenues, cálidas, advirtiendo que se trata de un edificio especial.