Ni maltrato financiero ni expolio fiscal a Cataluña
El pasado 14 de marzo, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) presentó un documento de trabajo sobre “la cuestión catalana”, en el que alertaba sobre las consecuencias que el proceso secesionista que Cataluña está dispuesta a impulsar. El texto, presentado por el presidente del IEE, José Luis Feito, alertaba de los costes de esa decisión. “Los bancos catalanes no tendrían acceso al eurosistema y el Estado Catalán no tendría acceso a los distintos mecanismos de financiación que se han creado en la Eurozona, quedando desprotegida de la zona común”, subrayaba el texto.
Por su parte, Clemente Polo, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Barcelona, resaltó el deterioro que sufrirían las exportaciones catalanas, que suponen el 50% de las españolas en algunos sectores como la industria, y la más que probable deslocalización de un gran número de empresas.
Los mismos protagonistas se han juntado en el Círculo Ecuestre de Barcelona para presentar la segunda parte del documento, basado en las balanzas fiscales y el tratamiento fiscal a Cataluña, en el que contaron con un protagonista de excepción:Ángel de la Fuente, investigador del Instituto de Análisis Económico, presidente de Fedea y el escogido por Hacienda para elaborar la nueva metodología para las balanzas fiscales autonómicas. Tras varios retrasos, este documento finalmente se presentará al principio de verano.
Y los argumentos fueron demoledores contra la teoría del gobierno catalán:ni existe expolio fiscal ni hay insuficiencia de financiación. “Cataluña no está especialmente maltratada en términos de financiación, pues se sitúa en la media, que es donde deberían estar todas las regiones sobre la base del principio de igualdad que consagra nuestra constitución”, apunta De La Fuente en el texto. El presidente de Fedea identifica los dos focos que irritan al Gobierno catalán: la excepción vasco-navarra y el incumplimiento del principio de ordinalidad
La primera se refiere al hecho de que esas dos comunidades autónomas se beneficien de un sistema foral “que permite que dos de las comunidades más ricas del pais no solo no contribuyan prácticamente nada a la nivelación interregional, sino que ni siquiera paguen la parte que les toca de servicios comunes que la Administración Central nos presta a todos, los que les dejan con niveles de financiación homogeneneizada que multiplican por dos la media de las autonomías de régimen común”. En su opinión “querer apuntarse al mismo chollo es solo humano”. Y concluye advirtiendo que esta excepción “le sienta como una patada en la espinilla” a muchos nacionalistas catalanes. “En ciertos casos se entiende, pero eso no les da patente de corso para inventarse las lacrimógenas historias sobre el expolio con las que buscan cabrear al personal para arrimar el ascua a su sardina”, concluye.
Respecto al principio de ordinalidad, que establece que una autonomía debe conservar el mismo puesto en la clasificación de ingresos por impuestos y en el gasto per capita, la norma prueba como los mecanismos de nivelación y redistribución hacen que Cataluña pierda 20 puntos, pero que Madrid llegue incluso a una pérdida de 43 puntos. Todo lo contrario que Extremadura, que gana once posiciones de una lista a otra.
Capacidad fiscal frente a financiación homogénea
El estudio resalta las profundas diferencias que revelan las dos estadísticas más utilizadas para medir la financiación de las autonomías. Por un lado está la capacidad fiscal bruta, entendida como los ingresos obtenidos por tributos cedidos con una escala de gravamen igual para todos, y por otro, la financiación homogeneizada (a iguales competencias y esfuerzo fiscal) por habitante ajustado.
En la primera clasificación, Madrid aparece claramente distanciada en primera posición, con 23 puntos por encima de la media, seguida por Baleares, con 5,9 puntos por encima, y Cataluña con 2,8 puntos por encima. En los tres últimos puestos de esta lista figuran Castilla-La Mancha, con 30,5 puntos menos que la media, Extremadura, con 37,6 puntos menos, y Canarias, con 55,6 puntos menos.
La clasificación de financiación homogénea muestra los cambios que sufre la primera una vez aplicados los mecanismos de nivelación y redistribución en función de las autonomías. Las que más ingresan son las más que aportan y las que menos son las que más reciben. El quid de la cuestión es que las primeras consideran que sufren una merma muy elevada frente a la primera clasificación.
El estudio presentado por el IEE muestra como la gran beneficiada es Extremadura, que pasa de la decimocuarta posición en la capacidad fiscal a la tercera en la financiación homogénea. También resulta favorecida La Rioja, que gana cinco posiciones (ver gráfico). Entre los perjudicados sobresalen Madrid y Cataluña, con una pérdida de ocho y siete posiciones, respectivamente.