Ibex al alza e inflación a la baja
El Ibex ha completado el primer trimestre con una subida del 4,27%, un fuerte arranque de año en el que los gestores han tomado posiciones sin grandes temores. Y eso a pesar de amenazas como la crisis geopolítica desatada desde Ucrania, el impacto en las economías emergentes de la retirada de los estímulos en EE UU, las renovadas dificultades cambiarias de Argentina o el fantasma de la deflación en Europa. Los inversores han encajado estos nubarrones, unos más previsibles que otros, y encaran el segundo trimestre con un mercado lleno de planes empresariales de futuro. La constatación de que las economías desarrolladas afrontan un buen momento, expresado en el caso español por la positiva racha de la deuda soberana, con el bono en mínimos desde 2005 y mejora de las previsiones oficiales, deja ver inversores con más apetito. Cierto es que sin inflación la deuda soberana se ve favorecida, pero en este contexto de frágil recuperación conviene no minusvalorar la sombra de la deflación –no confundir con un estancamiento temporal de precios–. El mínino histórico de la inflación europea conocido ayer ha añadido algunos grados de preocupación. Así las cosas, las miradas se posan en el BCE, que hará bien si no toma medidas drásticas antes de tiempo.