Los bonistas de Codere piden al consejo que los accionistas puedan votar
Los bonistas de Codere -principales acreedores de la compañía de juego- han enviado un nuevo escrito al Consejo en el que le piden que reconsidere su oferta final para reestructurar el grupo y reiteran su solicitud de que se convoque una junta de accionistas para pronunciarse sobre su propuesta.
En la carta, a la que ha tenido acceso Efe, los bonistas consideran “sorprendente” el contenido y el tono de la respuesta de Codere a su propuesta y señalan que la contraoferta realizada es más desfavorable que las planteadas por la compañía anteriormente y “combina los peores aspectos” de todas las que ellos han enviado a su órgano de dirección.
“El Consejo no puede pretender realmente que (su contraoferta) reciba apoyo de los bonistas existentes”, indican, para añadir que los planes de la compañía para que se asuma una quita significativa sin compensación en acciones “son poco realistas”.
Asimismo, se quejan de que Codere no ha accedido a su solicitud de designar “un experto independiente” que analice su propuesta e insisten en que se someta al voto de la Junta de Accionistas para su aprobación.
Según defienden, se está privando a los minoritarios de participar en una ampliación de capital “en términos muy atractivos” y lograr “cierta recuperación del valor” de la empresa.
La familia Martínez Sampedro es actualmente el principal accionista, con el 68,5 % del capital, mientras que en torno al 30 % cotiza en bolsa.
Los acreedores insisten en que, ante la situación de sobre-endeudamiento de Codere, “la única manera de salvarla” es convirtiendo una parte significativa de la deuda de la empresa en capital y refinanciar el crédito vencido, ejes de su última propuesta.
En ella, los bonistas plantean una quita de 375 millones de euros a cambio del 96,8 % del capital y el 3,2 % restante quedaría en manos de los actuales accionistas.
En paralelo, inyectarían 400 millones de euros al grupo, a través de un nuevo contrato de financiación sénior (200 millones) y una ampliación de capital abierta a los actuales accionistas, al tiempo que se pondría en marcha un plan de incentivos para ceder a los principales ejecutivos de la sociedad el 14,3 % del capital si cumplen determinados objetivos.
La semana pasada Codere rechazó estos planes y planteó una contraoferta basada en una prórroga para sus dos emisiones de bonos de cinco años y medio, por lo que pasarían de vencer en junio de 2014 a diciembre de 2019, y el agrupamiento en una nueva emisión de bonos mediante el canje de un bono nuevo por cada dos antiguos, pero limitado a un máximo de 250 millones. Este nuevo bono pagaría un interés del 8 % y vencería en junio de 2019.
Durante la prórroga en el vencimiento los bonistas no recibirían intereses y en diciembre de 2019 cobrarían el capital más el rendimiento que correspondiera a todos los cupones impagados desde diciembre de 2013. EFECOM