_
_
_
_
El interés oscila en el 0,7%

España empata con Reino Unido en la deuda a dos años

La deuda española continúa su enfriamiento. Los títulos a 10 años, el termómetro más utilizado para medir el riesgo, están en mínimos de 2005. Pero la mejoría llega también a los plazos más cortos. La deuda a dos años toca mínimos en la franja del 0,7%, situándose en el mismo nivel que el papel soberano británico al mismo plazo. El rendimiento de los títulos españoles ha bajado más de 60% desde los momentos de máxima tensión.

Hace apenas dos años, cuando casi todos los dedos apuntaban con severidad a España, la deuda soberana vivió una circunstancia anómala y muy preocupante. La curva de tipos de interés invirtió su dibujo natural. Es decir, la rentabilidad de los títulos a corto plazo superaba a los de largo. Los bonos a cinco años quemaban ante el riesgo de quiebra y pagaban más que los de los plazos más largos.

En una situación de estabilidad cualquier inversión a plazos más cortos reporta una rentabilidad menor. La lógica lleva a pensar que el interés exigido a los bonos a dos, tres y cinco años sea mucho menor que en el caso de los bonos con vencimiento en 2022. Sin embargo, en momento de gran inestabilidad esta regla se rompe y las inversiones realizadas a plazos más cortos pueden tener la misma o incluso mayor remuneración porque todo el mundo quiere quitárselos de encima y por tanto, cae el precio y se dispara el interés. Eso es precisamente lo que pasó en el verano de 2012 hasta que el presidente del Banco Central Europeo (BCE) lanzó su amenazante “haré lo que sea necesario para salvar al euro”.

La presión ha ido reduciéndose desde entonces. Los plazos cortos vuelven a rendir menos que los largos. La rentabilidad del bono está a punto de caer del 3,2%, y se refuerza en los mínimos desde octubre de 2005. Comenzó el año en el 4,15%. La prima de riesgo española se sitúa en los 167 puntos básicos.

Archivado En

_
_