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Realizó provisiones por un total de 2.156,2 millones

Catalunya Banc ganó 532,2 millones en 2013

Sede de Catalunya Banc en Barcelona
Sede de Catalunya Banc en BarcelonaReuters
Nuria Salobral

Catalunya Banc, la única de las entidades nacionalizadas que aún tiene pendiente resolver su futuro, cerró el pasado ejercicio con un beneficio atribuido de 532,2 millones de euros. Una cifra que contrasta con las fuertes pérdidas de 11.856 millones de euros sufridas en el año precedente, el de su nacionalización, rescate y purga de activos inmobiliarios, y que supone el regreso del banco a los números negros.

El beneficio está apoyado en ingresos extraordinarios, que la entidad no desglosa, en especial procedentes del canje de híbridos (preferentes y deuda subordinada) y en la materialización de los activos fiscales diferidos, conocidos como DTA por sus siglas en inglés. Así, el resultado de explotación antes de dotaciones, que asciende a 167,8 millones de euros, se amplía en otros 364,4 millones para llegar al beneficio atribuido.

Esa cuantía incluye por tanto el citado efecto de los créditos fiscales –ha activado DTA por 2.023 millones de euros en 2013–, de dotaciones y de la gestión de las preferentes, en las que no solo se considera el efecto beneficioso de las plusvalías del canje –por un valor muy inferior al nominal– sino el impacto del coste del arbitraje y de las resoluciones judiciales que han obligado a la indemnización de clientes.

La gestión de preferentes también ha requerido realizar dotaciones para afrontar juicios y arbitraje. En total, Catalunya Banc realizó en 2013 provisiones por 2.156 millones de euros, sin que la entidad detalle qué cuantía corresponde al deterioro de la cartera de crédito. Aun así, fuentes del banco explican que la provisión genérica, aquella que se dota por la sola concesión de un crédito, está al máximo nivel, lo que daría a la entidad cierto colchón.

El margen de intereses, que acusa la debilidad del negocio bancario –con el crédito en retroceso–, ha contenido su caída en el pasado año en un 2,2%, hasta los 500,4 millones de euros. El margen bruto se eleva el 38,6%, hasta los 819,4 millones de euros, y el margen de explotación se dispara un 216%, hasta los 167,8 millones, en buena parte gracias al retroceso del 13,1% en los gastos de explotación, hasta los 651,6 millones de euros.

A la espera de que se reactive su proceso de subasta, Catalunya Banc sigue cumpliendo con el guión marcado por Bruselas y en el pasado año ha reducido su volumen de activos un 14,9%, hasta los 63.062 millones de euros. Además, ha cerrado un ajuste de plantilla que afecta a 2.153 empleados y que llevará al banco a concentrarse en su negocio en Cataluña, donde tendrá 715 oficinas. Como requisitos para abordar su subasta, la entidad catalana tiene pendiente la venta de su plataforma inmobiliaria, a la que tuvo que dar marcha atrás, de las oficinas ubicadas en zonas de expansión fuera de Cataluña y la cartera de créditos fallidos.

El ratio de capital principal quedó en el 14,4% y es del 12,3% si se aplicara Basilea III en su totalidad.

Pérdida del 7,6% en depósitos

La subasta de Catalunya Banc ya ha sido suspendida en un par de ocasiones y el FROB aún tiene que decidir en qué momento y bajo qué condiciones reactiva el tercer, y se supone que definitivo, intento. Y la incertidumbre que pesa sobre la entidad financiera tiene su coste en negocio, de modo que el volumen total de los recursos de clientes ha descendido un 6,9%, hasta los 37.861 millones de euros. Aquí se incluyen los depósitos a plazo, que han retrocedido en 2013 el 7,6%. La entidad centrará ahora su actividad comercial en Cataluña, puesto que venderá su red fuera de su territorio natural. Para este año, el banco destinará 5.000 millones a créditos “para proyectos viables, con un control exhaustivo de la tasa de morosidad”, explica la entidad.

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Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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